Definiciòn De Etica
Enviado por edwinjaimes • 12 de Febrero de 2015 • 3.268 Palabras (14 Páginas) • 131 Visitas
DEFINICIÓN DE LA ÉTICA
Es la disciplina filosófica que se encarga de estudiar la vida moral del hombre. Se interesa en el comportamiento de la persona y de su conducta responsable, en la verdad última acerca del sentido de la vida humana, llegando a reflexiones en torno al significado último de la vida moral y el fin que persigue el hombre en su vivir, estableciendo con ello, los comportamientos por los cuales el hombre puede llegar alcanzar la felicidad.
La palabra ética proviene del griego ἠθικός y del latín ethĭcus, que literalmente se refiere a “carácter” o “costumbre”, es decir una “ciencia de las costumbres”.
Cuándo alguien aplica una sentencia ética sobre una persona, está realizando un juicio moral. La ética, pues, estudia la moral y determina cómo deben actuar los miembros de una sociedad. Por lo tanto, se la define como la ciencia del comportamiento moral.
Claro que la ética no es coactiva, ya que no impone castigos legales (sus normas no son leyes). La ética ayuda a la justa aplicación de las normas legales en un Estado de derecho, pero en sí misma no es punitiva desde el punto de vista jurídico, sino que promueve una autorregulación.
La ética puede dividirse en diversas ramas, entre las que se destacan la ética normativa (son las teorías que estudia la axiología moral y la deontología, por ejemplo) y la ética aplicada (se refiere a una parte específica de la realidad, como la bioética y la ética de las profesiones).
Respecto a los autores fundamentales en el estudio de la ética, no puede obviarse al alemán Immanuel Kant, quien reflexionó acerca de cómo organizar las libertades humanas y de los límites morales. Otros autores que analizaron los principios éticos fueron Aristóteles, Baruch Spinoza, Jean-Paul Sartre, Michel Foucault, Friedrich Nietzsche y Albert Camus.
2. EL OBJETO DE LA ÉTICA
El objeto material de la ética son los actos humanos y su objeto formal es la bondad o maldad de dichos actos. Con lo anterior es que podemos dar una definición real sobre lo que es la ética: La ciencia que estudia la bondad o maldad de los actos humanos.
Por su naturaleza, la ética puede ser considerada como una ciencia racional, ya que sus modelos se fundamentan por medio de la razón; que nos proporciona causas y razones del porqué de la bondad o maldad en una conducta humana. Así mismo, puede ser vista como una ciencia normativa, dado a que se encarga de comprender lo que es normal, pero lo normal de derecho (lo que debería suceder) en comunión con lo normal de hecho (lo que es).
3. MÉTODO DE LA ÉTICA
Para comprender a su objeto de estudio esta ciencia se vale de la observación y la evaluación. A partir de la percepción de un acto por medio de la observación es que se llega a emitir un juicio de valor moral, tratando de relacionar el acto observado dentro de las diversas categorías morales. Sólo mediante la percepción axiológica es que descubrimos a los valores, con los que intentamos darle un valor al acto estudiado, de acuerdo a una escala de valores previamente establecida.
Cuando hablamos de ética, podemos hacerlo a partir de una ética descriptiva o de una ética prescriptiva. La ética descriptiva nos presenta una descripción de las conductas humanas, sin emitir juicios, sólo describiendo las conductas. Mostrando y analizando los hechos morales tal como ellos se presentan en un determinado contexto y situación social, cultural o histórica, según la visión de determinados individuos, grupos o instituciones. Por su parte la ética prescriptiva señala lo que “debe ser”, invitando al hombre a realizar cambios para evitar dañar con su conducta o emitiendo normas para guiarle.
4. MORAL Y ÉTICA
La moral o moralidad (del latín mos, moris, ‘costumbre’) son las reglas o normas por las que se rige el comportamiento o la conducta de un ser humano en relación a la sociedad (normas sociales), a sí mismo, y a todo lo que lo rodea. Otra perspectiva la define como el conocimiento de lo que el ser humano debe hacer y/o evitar para conservar estabilidad social.
Por su etimología la palabra ética y la palabra moral provocan cierta confusión, dado a que en sus respectivos orígenes; éthos (griego) y mos (latín), significan prácticamente lo mismo; costumbres.
Para diferenciar entre ambas palabras podemos establecer que mientras ética encierra una significación que busca revelar, clarificar y comprender las relaciones que se establecen entre el actuar humano, los valores y las normas morales que se generan y desenvuelven en la vida social; por su parte, la moral es un conjunto de principios, criterios, normas y valores que dirigen el comportamiento y se encarga de hacer actuar al individuo de una determinada manera permitiendo saber qué se debe hacer en una situación concreta. Por lo tanto ambos términos son independientes, pero a la vez complementarios.
Varios autores consideran como sinónimos a estos términos debido a que sus orígenes etimológicos son similares, aunque otros no consideran a la moral y la ética como lo mismo. Algunas posturas conciben la ética como el conjunto de normas sugeridas por un filósofo o proveniente de una religión, en tanto que a «moral» se le designa el grado de acatamiento que los individuos dispensan a las normas imperantes en el grupo social. No todos acuerdan con dicha distinción, y por eso es que en un sentido práctico, ambos términos se usan indistintamente, y a menudo no se distingue entre los dos conceptos, haciéndolos equivalentes.
El matiz que las delimita está en la observación o aplicación práctica de la norma que entraña el mandato ético. Por ello, la norma ética siempre será teórica, en tanto que la moral o costumbre será su aplicación práctica. Según este punto de vista, la moral se basa en los valores que dicta la conciencia, que a su vez, está basado en costumbres aprendidas. Dicho punto de vista dice que la moral no es absoluta o universal, ya que su vigencia depende de las costumbres de una región, de aquí vendría el relativismo cultural.
Por otra parte, la universalidad de algún sistema moral es uno de los objetivos de la ética-objetiva cuyo contenido o efecto no se considera relativo ni subjetivo, sino efectivo y aplicable para todo hombre racional bajo un contexto determinado, siempre y cuando el agente capaz de comportamiento pueda actuar de manera racional, entendido como aquello en lo que todos los seres humanos puedan estar de acuerdo cuando decidan buscar un comportamiento moral específico que se juzgó "de bien" o "correcto", que mantenga o cause aceptable calidad de vida o evite alguna consecuencia inconveniente, y que surja a causa de la repetición de ciertos comportamientos probables para la
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