Del Mito Al Logos

El comienzo de la razón humana

Por muchos años, el ser humano caminó sobre la tierra sin la posibilidad de saber cómo llegó hasta ahí ni cuándo; simplemente sabía que existía y que a su alrededor sucedían cosas que no podía explicar. ¿Cómo, entonces, llegamos a ser los humanos que somos hoy en día, pensantes, capaces de analizar situaciones e incluso de inventar artefactos y otras cosas?

A través de la historia, las personas han generado y empleado diferentes maneras de apropiarse de la realidad, es decir, que de una u otra forma explicaban los fenómenos naturales y demás cuestiones que no sabían de dónde se originaron, como ser el ser humano en sí, el universo, etcétera. Se empezaron entonces, a formular los mitos, en donde la respuesta a todo era alguna divinidad, un ser supremo.

Además del mito, también se utilizó el sentido común. Éste tipo de apropiación de la realidad fue producto de las experiencias vividas por las personas y con el sentido común, eran capaces de anticipar lo que podía suceder. De cierta manera comenzaron a prestar más atención a lo que se imaginaban que a lo que en algún punto se hubiese podido comprobar. El sentido común es un tipo de mito pero con cierta lógica.

No podía faltar la magia. A diferencia del mito, la magia trata de dominar la naturaleza para tornarla a su beneficio. Los magos buscaban la forma de lograr su objetivo, y aunque en esos tiempos no se creía, es gracias a los magos que tenemos ahora el conocimiento científico y el desarrollo tecnológico. Se puede considerar, entonces, que los magos fueron los primeros científicos.

Otro factor importante a considerar es la religión. Al contrario del mito en donde la presencia de una deidad es producto de todo lo que está sucediendo, en la religión “un Dios sale al encuentro de sus criaturas” (Echeverría, 2007). Ya en la religión, se usa la razón para analizar la doctrina que se sigue y no se descarta la ciencia.

El paso de la mitología a la razón se le atribuye a los griegos. Alrededor de los siglos VII y VI a. de C. Grecia estaba pasando por una situación crítica en aspectos políticos, geográficos, culturales y sociales. Fue entonces cuando los poetas Homero y Hesíodo dieron vida a seres supremos, explicando de manera extraordinaria todos los fenómenos naturales que ocurrían, mediante los mitos. En este entonces, Homero y Hesíodo fueron quienes educaron e instruyeron a los griegos, era lo más cercano que tenían a una educación de la realidad (Calderón, 2004).

Hasta el siglo VI a. de C., todos los fenómenos y demás aconteceres eran arbitrarios, es decir, se daban según la voluntad de un dios. Pero debido a toda la inconformidad que estaban viviendo los griegos y luego bajo la influencia de Homero y Hesíodo, de alguna manera comenzaron a darse cuenta de un nuevo elemento que todos los mitos contenían, y éste era el destino.

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