Derecho Y FIV
Enviado por TomasSanc • 3 de Agosto de 2011 • 433 Palabras (2 Páginas) • 547 Visitas
Derecho y FIV
A las ciencias las podemos clasificar, o dividir, en normativas y empíricas. Las segundas poseen la posibilidad de certeza, llegan a ser demostrables a raíz de la experiencia. Quiere decir que son verdaderas o falsas. Las disciplinas normativas por su lado son opinables. Así por ejemplo, sobre La Estética, La Teología, EL DERECHO y La Ética -todas ciencias normativas-, no se puede hacer más que opinar al respecto, sin que se consiga nunca comprobar irrefutablemente alguna verdad. Será siempre indecidible determinar en verdad sí alguien es o no atractivo, sí Dios realmente existe, o sí determinada norma es justa o injusta. Esto inclusive suponiendo que haya un gran consenso al respecto porque siempre cabrá la posibilidad de que alguna persona opine diferente. No pasa como en Medicina, que es ciencia empírica, en la cual la experiencia, por ejemplo, confirma que el cigarrillo afecta los pulmones, la boca, la lengua, la faringe, y además, de qué manera lo hace. Hecho que seguirá siendo verdadero independientemente si alguna persona decidiera no creer en esto.
Lo anterior tampoco quiere decir que esta sea la única clasificación de ciencia que exista o que no podamos tener elementos de una en la otra, es decir, aspectos normativos en la ciencia empírica y viceversa. “La vida es una mezcolanza indisoluble…” de las más distintas características y una visión tan simple, como la clasificación presentada, solo responde a su utilidad teórica: La de delimitar correctamente el problema de la Fertilización in Vitro (FIV).
La medicina observa y explica. Como ciencia empírica que es, facilita la comprensión de los hechos, así por ejemplo, lo que pasa cuando un óvulo y un espermatozoide se unen, en qué momento lo hacen y como lo hacen. Aquí los argumentos sólo son verdaderos o falsos. Pero la decisión posterior, permitir o no el desarrollo de la FIV y en qué condiciones, es y siempre será un problema normativo (es decir, opinable). Hay quienes opinarán que ese óvulo y ese espermatozoide una vez juntos son un ser humano en potencia y que por tanto hay que protegerlo y prohibir el desarrollo de la FIV porque atenta contra vidas humanas; o que no pueden almacenarse óvulos fecundados y no utilizarlos por razones similares. Otros, de corte liberal, dirán que “eso” que resultó de un óvulo y un espermatozoide no es más que una mancha de sangre, es decir, nada, y que poco importa que se almacenen o se inutilicen.
Así las cosas, el problema es el siguiente: ¿Quién tiene razón? ¿Quién decide quién la tiene? ¿Quiénes escogen a los que deciden quienes tienen la razón y cómo hacerlo?
...