Dilemas Morales

DILEMAS MORALES

Explotación de animales

Bufandas de lince, astracán y zorro teñidas de azul marino y color pimienta, de Dennis Basso; abrigos con manga y cuello de chinchilla pintadas de rojo escarlata, de Ralph Rucci; elegantes capas de zorro de Oscar de la Renta. Pieles y más pieles. Ese fue el panorama en las últimas semanas de la moda en Nueva York, Milán, Madrid y París. Desde comienzos de los 80 que no se vivía algo así. La industria peletera había caído en desgracia a partir de los 90, cuando la organización PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) y otros activistas de los derechos animales comenzaron a denunciar la matanza cruel e indiscriminada de especies de cotizado pelaje, plantando en los consumidores la incómoda pregunta: ¿es legítimo vestirse con el cadáver de un zorro? Sensibilizados por las duras imágenes que mostraban glamorosos abrigos de visón bañados en sangre o crías de focas asesinadas a palos, diseñadores y actores de Hollywood se pronunciaron entonces públicamente en contra del uso de pieles e incluso algunas revistas clave de la moda, como Elle, las erradicaron de sus páginas. Caló tan hondo el mensaje que hasta las cinco supermodelos de la época, Claudia Schiffer, Christy Turlington, Naomi Campbell, Elle Macpherson y Linda Evangelista, posaron desnudas con el famoso slogan de PETA: “Antes andaría desnuda que usar pieles”.

En la última década las ventas de la industria peletera crecieron en un 70 % a nivel mundial. Solo en EE.UU., según cifras de The Fur Information Council of America, el mercado se incrementó de mil millones de dólares anuales a principios de los 90 a mil 800 millones en 2006. En Gran Bretaña, en los últimos dos años, las ventas de pieles aumentaron en un 40%.

Pareciera que a las campañas de PETA hubiesen caído al baúl de la nostalgia guardadas, con naftalina, junto al abrigo de astracán de la abuela. ¿Qué pasó?

Básicamente, sucedió que la amenazada industria hizo su trabajo de limpieza de imagen: generó “políticas de bienestar animal”, que pasan por controlar el tamaño de las jaulas en que se cría a las especies o por suavizar los métodos para matarlos; se acercó con becas, cursos e invitaciones a los diseñadores y estudiantes de moda para seducirlos con la suavidad y ligereza de su materia prima, y puso en marcha campañas de marketing y relaciones públicas enfatizando el carácter sustentable, biodegradable y natural de su producto. También, gracias a la presión de los activistas, en muchos países se fortalecieron las regulaciones que impiden la caza de animales en extinción, hecho que los peleteros han publicitado ampliamente para dejar en claro que su actividad no constituye hoy una amenaza al ecosistema.

El tema de las pieles es muy polémico ya que argumentos en contra hay muchos ya que los animales están siendo asesinados solo para obtener las pieles y usarlas

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