Dios y la religión católica/cristiana

Introducción

Este ensayo tiene como tema principal al dios del cristianismo, mejor conocido como Dios y su séquito de seguidores. La finalidad de este trabajo es recabar información sobre cuestiones tanto religiosas como políticas, y con esto desmentir ciertas afirmaciones que se hacen comúnmente en la sociedad para así librar de la ignorancia a aquellos que están cegados por la oscuridad de la religión. Además se busca expresar ideas individuales respecto al tema para mantener una postura meramente informativa y explicativa.

Aquí se expondrán opiniones tanto personales como de instituciones ajenas a la Iglesia y de esta misma, sin que estas signifiquen que el rumbo del ensayo se desvíe hacia una u otra ideología. Con esto se busca reforzar los argumentos establecidos en este ensayo y darle un peso mayor a los datos recabados para que sean todos tomados en cuenta.

Comencemos definiendo la palabra dios, la Real Academia Española interpreta la palabra dios como el ser supremo que en las religiones monoteístas es considerado hacedor del universo. También lo define como deidad a que dan o han dado culto las diversas religiones politeístas. Se puede observar que en religiones tanto monoteístas como politeístas la palabra dios figura como el ente supremo, aquel al que le rinden culto y del cual se sostienen sus creencias. Pero, como podemos considerar algo como supremo si no tenemos una idea clara de cuál es la máxima cualidad que se puede otorgar.  El internet define infinito como algo que no tiene ni puede tener límites ni fin; pero como podemos estar seguros de que algo así existe si nunca nos hemos encontrado con algo con tales características. Uno podría pensar que el universo es infinito pero hasta los científicos más renombrados reconocen que no tienen una idea precisa de la naturaleza o el tamaño de este. Otra idea común es la de las matemáticas, en estas los números infinitos existen como tal ya que por número más grande que encontremos siempre habrá uno mayor. Siguiendo está lógica si Dios es infinito y, ya que lo infinito nunca acaba, habría alguien con mayor poderío que él y alguien mayor al último y así sin acabar nunca. En cambio si tomamos de la filosofía el concepto de infinito como la totalidad de algo  y afirmamos que Dios es todo y lo puede todo entonces entramos en otra cuestión difícil de responder: como sabemos lo que la totalidad implica, ¿acaso hemos llegado al nivel de entendimiento en el que conocemos todo y sus razones de ser? Y si es así ¿para qué necesitamos creer en un dios si ya tenemos el conocimiento completo? No tiene lógica, pues estaríamos al nivel de dicho dios y alabarlo no sería más que un fanatismo extremo.

Dejando de lado la infinitud que le atribuyen con tanto anhelo los religiosos a su dios encontramos otras características un poco más fáciles de refutar como lo son la soberanía, la santidad, eternidad, etc. Si tomamos de una página cristiana que es para ellos la soberanía de Dios encontramos que este es el atributo por el cual él gobierna a su creación. Tomando esta definición que figura en muchas otras partes, como entrevistas, revistas, páginas oficiales, podemos afirmar que si Dios es omnipotente y puede hacerlo todo ¿por qué no hace nada cuando ve al mal actuar? Aquí entra en conflicto otra de sus cualidades, la santidad. Si bien Dios puede hacer todo y no hace nada cuando algo malo pasa es que no quiere terminar con el mal, lo que le arrebata inmediatamente la característica de santo; por el otro lado si Dios quisiera terminar la maldad en el mundo pero no lo hace porque no tiene la capacidad entonces entendemos que no es omnipotente. Este solo es un ejemplo para entender que tomando en cuenta los hechos y la historia, hasta ahora no ha habido una demostración lo suficientemente clara por parte de esta doctrina como para hacernos creer que es omnipotente. Lo mismo ocurre con la omnisciencia, muchos cristianos afirman que Dios no hace nada porque nos da un libre albedrío, nos deja la capacidad de elegir que opción tomar y él se limita a observar solamente. Si esto fuera así y Dios es en realidad omnisciente ¿para qué necesita observar lo que hacemos y elegimos si ya sabe cómo terminarán las cosas? O ¿es que acaso Dios se deleita viéndonos a nosotros, su creación, actuar y ejercer nuestra libertad? Y si así fuera y encontrara placer en nosotros esto supondría que fuimos hechos sólo para entretener a un ser superior y de nuevo esto le arrebataría la tan famosa santidad.

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