Discurso Consejo Estudiantil
Enviado por ShosUa • 15 de Abril de 2014 • 777 Palabras (4 Páginas) • 16.362 Visitas
Buenos días a las autoridades del plantel presentes, compañeros y amigos de la Unidad Educativa Municipal “Calderón”.
“Nuestro futuro depende de cómo entendamos el pasado”
Gustavo Cerati
Estoy aquí para dialogar con ustedes, para comentarles que me llena de satisfacción pertenecer a esta noble institución que lleva el nombre de Abdón Calderón Garaycoa, uno de los más brillantes héroes surgidos durante nuestra campaña libertaria, pues las vivencias heroicas de este Oficial de estirpe, son producto de su dedicación y esfuerzo, quien a pesar de haber recibido cuatro heridas de bala, prefirió permanecer inamovible en la línea de fuego, alentando a su batallón y cargando incansablemente la que es ahora la bandera de Guayaquil.
Me siento feliz de participar como candidato a presidente del consejo estudiantil, porque pienso que todos tenemos algo que aportar a esta institución, desde la manera de pensar, ser y actuar de cada uno de nosotros, pero siempre con respeto e igualdad tomando en cuenta que todos tenemos los mismos derechos y obligaciones, quiero que trabajemos mano a mano para dejar el nombre de nuestro colegio muy en alto, por eso colocaremos buzones de sugerencias, donde podrán aportar sus ideas y sugerencias para que formen parte del cambio.
Eh venido aquí también para decirles que ya falta muy poco para ausentarme del colegio y no quiero irme sin dejar huellas, para esto necesito su ayuda, crecer y hacernos conocer como institución no es fácil, primero necesitamos crecer nosotros como personas, prepararnos y ser mejores cada día en las cosas que hacemos, de esta manera seremos recordados como aquel capitán que con liderazgo y esfuerzo supo alentar a su batallón llevándolo a la victoria un 24 de mayo de 1822. “Abdón Calderón” es un claro ejemplo de valentía, su amor por la patria lo convirtió en héroe nacional; ¿Pero quién fue Abdón Calderón Garaycoa?, nació en la ciudad de Cuenca el 30 de julio de 1804, sus padres Francisco Calderón y doña Manuela Garaycoa y Olmedo, fueron quienes le inculcaron valores y en especial el espíritu de lucha y trabajo por la libertad. Francisco Calderón apoyo el golpe patriota del 20 de agosto de 1810, por lo que fue apresado y enviado a Guayaquil y luego a Cuenca y Machala. Liberado al establecerse la Junta Superior de Gobierno de 1810, se incorporó al ejército patriota con el grado de coronel. Como tal participó en toda la campaña de 1811 a 1819, militando en el bando de los sanchitas o radicales. Tras la derrota final del ejército patriota, fue fusilado en Ibarra el primero de diciembre de 1812, su último deseo fue que se le quitara la venda de los ojos y le fuera entregado a su hijo Abdón su escapulario que fue propiedad del gran Eugenio Espejo. Toda esta experiencia que tuvo su padre marcaría profundamente la vida y muerte de Abdón.
En homenaje al ilustre luchador Abdón Calderón,
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