Diálogo de Menón

Diálogo de Menón

El diálogo recabado por Platón denominado Menón, es una disputa entre el filósofo Sócrates (escasos años antes de ser sentenciado a muerte) y un joven noble de nombre Menón, que fue alumno del Sofista Gorgias.

Este diálogo que se identifica con el título de “La Virtud” toca básicamente dos aspectos: sobre la virtud qué es y si es enseñable; y sobre la reminiscencia.

Se hace necesario contextualizar estas palabras en la época de 387 a.C. aproximadamente. Virtud se describía en la época Homérica a la excelencia en combate, mientras que en la época clásica se circunscribe al campo de batalla al ágora, lo cual se fundamenta en lo escrito por Protágoras, “que lo que él enseña, en tanto que maestro de virtud, es la forma de llegar a ser la persona más influyente de la ciudad”.

Protágoras fue un famoso Sofista cuya frase más conocida fue la de “el hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto son, y de las que no son en cuanto no son”.

Existe un diálogo redactado por Platón que se presume anterior al de Menón, denominado Protágoras en donde Sócates discernía con éste sobre la esencia y el carácter de la virtud. Este diálogo quedaría sin decisión aparente, por lo que se aduce que Platón quiso con este otro diálogo de Menón continuar la diatriba y darle más contundencia.

En cuanto a la reminiscencia, se presume la existencia de un conocimiento residente en el alma, adquirido en diversas vidas previas, el cual puede ser evocado a través de las preguntas apropiadas. Esto se sustenta en la teoría de que el alma es de origen divino y que transita por diversos cuerpos siendo recompensada o castigada de acuerdo a su comportamiento en sus sucesivas reencarnaciones.

Ya en el siglo 20, según Larousse, se define Virtud como la disposición constante del alma que nos incita a obrar bien y evitar el mal. Poder o potestad de obrar. Integridad de ánimo y bondad de vida.

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