EL CRITERIO

EL CRITERIO

CAPITULO ll: La Atención.

La atención es lo primero que se necesita para pensar de una manera correcta, cuando esta se encuentra ausente toda la información pasa por nosotros de una manera muy superficial se podría decir que estamos ahí pero de una manera ausente al mismo tiempo, por eso es importante aprender a poner los 5 sentidos, pero sobre todo mucha disposición en todo lo que hacemos.

Cuando realmente se pone atención los conocimientos se quedan adheridos a la memoria de una manera natural y ordenada sin tener que hacer un sobre esfuerzo, en cambio cuando no nos interesa atender dicha cuestión se perciben mil conceptos, así como una lluvia de ideas que no tienen relación una con la otra esto a final de cuenta termina confundiéndonos más.

El poner atención no debe de ser una actividad que se vea fatigante, al contrario se le debe encontrar el gusto, y también darse el tiempo para relajarse, esto se soluciona no dejando de pensar ni de poner atención pero si concentrándonos en cosas más ligeras y sin tanta complicación.

Debemos tener en cuenta que las interrupciones afectan a la atención y a la concentración, pero no por esto nos vamos a desmotivar si algún ruido o persona llegan a afectar en ese proceso, mas bien hay que forjar una habilidad para que esto no nos afecte.

CAPITULO Xlll: La buena percepción.

La idea es una imagen o concepto que nos creamos en la mente como ante sala de un acto, percibimos todo aquello que creemos nos ayuda a entender el mundo, la persona que piensa no puede estar preocupada todo el tiempo en que piensa como lo piensa y para que lo piensa, de ser asi toda su percepción cambiaria y no serviría de la misma manera.

CAPITULO XIV: El Juicio.

Para juzgar bien hay que saber hay que diferenciar entre percepción y la unión de dos ideas, en muchas ocasiones el que un juicio sea falso depende mucho de la percepción.

Para poder formarnos un buen juicio hay que tener en cuenta que los axiomas incorrectos, las definiciones inexactas, los conceptos sin definir y las simples suposiciones nos pueden llevar a juicios falsos y sin fundamentos.

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