EL PENSAMIENTO LIBERAL DE PALMA EN LAS TRADICIONES
Enviado por fer215409 • 25 de Noviembre de 2013 • 1.666 Palabras (7 Páginas) • 378 Visitas
Nada, puede existir de la nada, una afirmación muy limitada dentro de la literatura, Aunque dentro de la literatura siempre se ha construido cosmovisiones y tradiciones literarias en base a los principios y parámetros preliminares de la historia, y en medio de esa formación apareció el costumbrismo: […] para la selección de un pasado como algo propio
Cornejo Polar, Formación de de la tradición literaria en el Perú
Nosotros sabemos que la tradición es una de las manifestaciones que son conservadas socialmente al ser consideradas como valiosas e incluso se pretenden inculcar a las nuevas generaciones. Muchos investigadores han abordado el estudio de las “tradiciones” en especial de aquellas que se caracterizan por su originalidad y singular estilo, entre hispano y peruano, que teje una "historia peruana poetizada” a veces ficticia, amena, pero deslumbrante, constituyendo una de las figuras más resaltantes e importantes de nuestra literatura. Por supuesto me refiero a las Tradiciones Peruanas del gran escritor Ricardo Palma quien juzgó en “La bohemia de mi tiempo” el periodo de búsqueda y afirmación, indicando:
“Tocóme pertenecer al pequeño grupo literario del Perú, después de su independencia. Nacidos bajo la sombra del pabellón de la República, cumplíamos romper con el amaneramiento de los escritores de la época del coloniaje, y nos lanzamos audazmente a la empresa. Y, soldados de una nueva y ardorosa generación, los revolucionarios bohemios de 1848 a 1860 luchamos con fe, y el éxito no fue desdeñoso para con nosotros” (cit. En Oviedo, XI)
Al leer las Tradiciones nos conducen a un camino que ha contribuido a conocer acontecimientos en su tiempo con una atrayente comprensión muy resaltante, tiempo descrito por todos como costumbrismo del cual surge una nueva tendencia de relato. En este sentido, Antonio Cornejo Polar atribuye a Palma la virtud de haber conseguido crear, a través de la utilización de textos coloniales en su escritura, un auténtico intertexto, de forma que logra convertir la historia de la literatura peruana en “una secuencia viva, ininterrumpida, capaz de prolongarse hacia el futuro”
Palma es, entonces, el encargado de vencer la timidez histórica del costumbrismo, dotándolo del sentimiento de tradición que nunca tuvo, y por esa vía termina siendo el fundador de una conciencia histórica que define por largo tiempo la imagen del proceso formativo de la nacionalidad. Hereda del costumbrismo, sin embargo, su capacidad elusiva y desproblematizadora (...) El abrumador triunfo de Palma tiene como base su habilidad para realizar una operación compleja sin comprometerse con todo lo que estaba implícito en la restauración del vínculo histórico con la colonia. (cit. En Valero, 231)
Claro que es necesario resaltar la importancia de las fuentes históricas para la concepción y ambientación de los distintos juegos de rol y, por consiguiente, también la utilidad de éstos para el entendimiento de la Historia. Sin embargo es notable el resultado de un experimento que estuvo conformado por un gusto tradicional unido con gran humor y picardía, una clara idea nos manifiesta Isabelle Tauzin Castellanos:
Las referencias bibliográficas también desempeñan un papel de primer plano en esta recuperación del pasado colonial; en la acumulación de fuentes documentales estriba el espejismo de la veracidad. Como lo han apuntado ya varios críticos, Palma consigue dar la impresión de un gran número de fuentes mediante muy vagas alusiones: un “cronista” y un “historiador” son socorridos medios para burlar al lector. Para el novicio los nombres de los autores y los títulos citados funcionan como prueba de la historicidad de las tradiciones. (cit. En Tauzin, 26)
En efecto, nos muestra el surgimiento de una literatura alentada por sus experiencias y conocimiento que lo puso en condiciones de concebir un nuevo género, el cual, ha permitido abrir los ojos para poder acceder a una realidad que además posee ficción y que por tanto no es historia. Con respecto a ello Clorinda Matto De Turner en el prólogo a las tradiciones cuzqueñas hace un preciso deslinde:
“La historia que desfigura, que omite o que aprecia solo los hechos que convienen o como convienen; la historia que se ajusta al espíritu de escuela o de bandería, no merece el nombre de tal. Menos estrechos y peligrosos son los límites de la tradición. A ella, sobre una pequeña base de verdad, le es lícito edificar un castillo. El tradicionista tiene que ser poeta y soñador. El historiador es hombre del raciocinio y de las prosaicas realidades” (cit. En Oviedo, XXIX)
Entonces las tradiciones son una mezcla genuina en que la fantasía del autor tanto como su cultura, personalidad y estética operan de un modo irrepetible, cuyo paradigma fue una época caracterizada por la conservación, la cual sirvió para el conocimiento de Palma puesto que tuvo un perfecto dominio de la psicología criolla, sus matices pícaros y satíricos. Con tales instrumentos, sumados a su origen popular y tendencia antropológica, plasmó la obra más reconocida de nuestra literatura. Al respecto, José Miguel Oviedo nos dice que:
De ese exhibicionismo sentimental y de la lacrimosidad aprendida se apartaba espontáneamente Palma por un sentido de la proporción que se relaciona con su espíritu burlón y travieso: bajo la máscara triste, él presentía la sonriente, lo que seguramente era muy explicable en un país cuyos esfuerzos por constituirse como tal paraban a veces en caricaturas de la realidad prometida. Tras la épica de la emancipación nacional, sobrevino la comedia (y aun la farsa)
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