ESTAMOS GORDOS POR NECIOS

ESTAMOS GORDOS POR NECIOS

Por Luis Victoria

¡Estamos gordos por necios!

No queremos darnos cuenta que el ritmo de vida que nos hemos impuesto, nos está acercando cada vez más a una vida miserable para nosotros y nuestras familias.

La obesidad se da por una mezcla maligna entre lo que comemos, la cantidad de lo que comemos, y la pasividad del ser humano moderno.

Gran parte de nuestra alimentación se basa en comida chatarra y embutidos. Cada vez comemos menos alimentos naturales.

También, las personas están tratando de llenar muchos vacíos emocionales con comida, por lo que no comemos hasta sentirnos satisfechos, sino que, emocionalmente, necesitamos un poco más.

La computadora, los videojuegos, la inseguridad para salir y los trabajos de oficina han hecho que nuestra vida se vuelva más sedentaria.

Haciendo un poco de análisis, uno se puede percatar que este problema de la obesidad, al igual que otros mil que padece el ser humano actual, tiene su origen en el amor desmedido al dinero. Se ha desatado una hambruna emocional y una voracidad insaciable. El ser humano ya no tiene llenadera. Buscamos más y más, tener más y más.

¿Tengo que trabajar tanto para obtener lo que NECESITO?

Cada quien tendrá su respuesta, sin embargo creo que en la mayoría de los casos la respuesta es no.

Cuando una persona tiene esta perspectiva, ha perdido el equilibrio. Por lo tanto, no es raro que haya muchos problemas, entre ellos, la obesidad.

¿Por qué no comemos más saludable?

Es cuestión de tiempo y energía. Al tener que “trabajar” tanto, las personas buscan cualquier alimento chatarra que les dé una sensación de llenado porque no se dieron el tiempo para preparar algo más saludable desde su hogar. Ahora, que aunque comamos algo preparado en casa, los alimentos que usamos y que consumimos hoy en día, buscando la comodidad del ser humano, utilizan bastantes químicos y sales como conservadores, dando por resultado que las personas se hinchen y engorden.

Al no tener tiempo ni energía, las personas han dejado de hacer ejercicio y llevan una vida más sedentaria, dando por resultado mayor obesidad.

Tú que estás leyendo esto y eres obeso (gordito de cariño), estás condenado a vivir así, a menos que empieces a cambiar algo en tu vida y en la forma cómo la vives.

Quizá decidas ir a un gimnasio y empezar a moverte un poco más. Quizá decidas pararte un poco más temprano y prepararte algo más saludable para llevarte al trabajo y no tener que comer alimento chatarra. O quizá decidas buscar llenar tus vacíos emocionales con otras cosas. Todo esto ayudará a resolver el problema de la obesidad, pero no te alejará mucho de tus verdaderos problemas existenciales.

Creo es hora de empezar a recapitular sobre el valor que le damos al dinero y el desequilibrio que ocasionamos en nuestras vidas por tratar

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