EVALUACIÓN DE UN PROTOCOLO DE INVESTIGACIÓN.

EVALUACIÓN DE UN PROTOCOLO DE INVESTIGACIÓN

I. IMPORTANCIA DE EVALUAR UN PROTOCOLO DE INVESTIGACIÓN.

Cualquier actividad es susceptible de ser evaluada y esto se hace con la finalidad de saber el grado de precisión y eficacia de la misma, dando como resultado la obtención de un mejor producto, con calidad y con la garantía de que incluye todo lo necesario para que se cumplan estas normas.

Dentro de las actividades de investigación, es importante resaltar que estas llevan una planeación y una metodología, ambas surgidas de la experiencia de los investigadores, mismas que sirven principalmente para no dejar de lado ningún punto integrante, en tiempo y forma para que el resultado sea satisfactorio.

Por lo anterior expuesto, se considera relevante y de suma importancia evaluar los protocolos de investigación, dándonos oportunidad a realizar las adecuaciones pertinentes, así como corregir con oportunidad el trabajo del investigador antes de que se obtenga un resultado no deseado a consecuencia de un mal inicio en la labor de investigación.

Para la realización de este protocolo se pueden utilizar instrumentos de evaluación, como por ejemplo, las listas de verificación, consistentes estas en la formulación de un listado de preguntas que indican la presencia o ausencia de conceptos o puntos indispensables para que se cumpla con el formato, así como que se están considerando todos los puntos que conforman el referido protocolo.

II. ¿ES ADECUADA LA ESTRUCTURA DEL PROTOCOLO DE INVESTIGACIÓN A ESTUDIAR Y SU ORGANIZACIÓN?

Tanto la estructura como la organización del protocolo motivo del presente estudio es la adecuada, puesto que sigue las normas establecidas conforme lo establece el Dr. Roberto Hernández Sampieri, en su libro de Metodología de la Investigación. (Sampieri, 2010).

Cabe señalar que no existen formatos únicos de investigación, ni procedimientos únicos para realizarlos, solo las características de la investigación en sí, así como la experiencia del investigador, entre otras cosas, podrán definir el esqueleto del protocolo, siendo lo más importante el resultado final.

III. ¿ES VIABLE EL PROBLEMA DEL PROTOCOLO?

Según Hernández Sampieri (Sampieri, 2010) el problema de investigación debe de ser medible y observable, así como contar con conceptos o variables.

El problema que señala el problema del protocolo es viable, puesto que es medible y observable, lo que lo hace realizable, se puede llegar a saber la respuesta del mismo aplicando la metodología de investigación de manera adecuada.

Además se puede observar que el problema cuenta con los conceptos o variables como lo son los directivos empresariales, la creatividad y la innovación.

IV. ¿ESTÁN CORRECTAMENTE FORMULADAS LAS PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN?

Conforme lo señala Hernández Sampieri (Sampieri, 2010), “además de definir los objetivos concretos de la investigación, es conveniente plantear, por medio de una o varias preguntas, el problema que se estudiará. Al hacerlo en forma de preguntas se tiene la ventaja de presentarlo de manera directa, lo cual minimiza la distorsión. Las preguntas representan el ¿qué? de la investigación.”

Por lo tanto se observa que las preguntas de investigación están correctamente formuladas, pues además de acotar lo suficiente el universo de la investigación, reúne las características expuestas a la metodología de la investigación en su parte correspondiente, esto es, además de lo ya señalado, “que no se conozcan las respuestas, que puedan responderse con evidencia empírica, que impliquen usar medios éticos, que sean claras y que el conocimiento que se obtenga sea sustancial” (Sampieri, 2010).

V. ¿ES REAL Y ALCANZABLE EL OBJETIVO QUE SE PROPONE?

Según Hernández Sampieri (Sampieri, 2010), “los objetivos deben expresarse con claridad para evitar posibles desviaciones en el proceso de investigación

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