El Aprendiz De Brujo Resposabilidad
Enviado por erikeo • 4 de Septiembre de 2013 • 374 Palabras (2 Páginas) • 355 Visitas
En un inmenso castillo vivía un hechicero que se dedicaba únicamente al
estudio de las fórmulas mágicas. No permitía que nadie fuera a visitarlo y solo
aceptaba la compañía de su joven ayudante, Daniel, un jovencito moreno y
delgado que no entendía bien las actividades de su maestro.
En una ocasión, el mago tuvo que salir a un largo viaje en busca de plantas
para una poción secreta. Antes de partir le hizo recomendaciones a Daniel: no
debía abrir la torre donde él trabajaba, ni tocar sus libros. Le encargo que
limpiara algunas habitaciones del castillo.
-Es una gran responsabilidad, pero sé que podrás cumplirla sin problema- le
dijo.
Durante los primeros días Daniel siguió las instrucciones. Pero dos semanas
después comenzó a sentir fastidio por las tareas de limpieza. Así que una tarde
subió a la torre lleno de curiosidad. Sobre la mesa halló el libro con las
anotaciones del hechicero. Emocionado por el hallazgo, pensó que podría
convertirse en un mago, se puso la túnica de su maestro y, subió en un
banquillo de madera, comenzó a leer el libro. No entendía las palabras, pero
las pronuncio en voz alta sin darse cuenta de que eran mágicas. De repente, la
escoba y el balde se presentaron y le dijeron a Daniel que estaban a sus
órdenes.
Daniel se asustó un poco, pero pensó aprovechar la situación. Para limpiar
tenía que cargar agua, y le daba flojera. Así que les dio instrucciones de
hacerlo.
El balde y la escoba iban y venían, iban y venían. Después de algunas vueltas
ya había agua suficiente para limpiar, Daniel les pidió que no trajeran más.
Pero como solo entendían palabras mágicas no le hicieron caso y siguieron
cargando agua sin parar.
Al cabo de un rato el agua cubría el piso y corría escaleras abajo. Llenó las
habitaciones e inundó el castillo, pero el balde y la escoba no se detenían. El
líquido le estaba llegando al cuello y los objetos del laboratorio mágico flotaban
a su alrededor. “¡Auxilio!” grito el joven aprendiz.
En ese instante apareció el brujo. Vio lo que estaba pasando y pronuncio las
palabras necesarias para resolverlo. El hechizo se detuvo y pronto todo estuvo
bajo control. Instantes después el maestro reprendió a Daniel: “Esto debe
enseñarte que antes que aprender magia y hechicería, tiene que aprender a
cumplir con las responsabilidades que se te encomiendan”
Adaptación de “El alumno de magia”, balada de Wolfgang von Goethe
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