El Espejo en la mitología griega

El espejo es un artificio del ser humano empleado para generar una imagen que reproduce a un objeto o sustancia material de forma visual, además se adopta como un símbolo que representa a una cultura basada en la apariencia externa, en la que la simetría establece una diferencia entre lo agradable y lo desagradable de acuerdo a la percepción; en sí está relacionada con la apreciación estética subjetiva, la cual fue alienada mediante estereotipos y se estableció una generalidad de lo que es bello.

 Como instrumento para apreciar el cuerpo y las siluetas en especial faciales, su concepción o empleo es distorsionado de acuerdo a factores socioculturales que alteran psicológicamente a un determinado grupo de personas que en vez de captar la realidad, perciben ya sea de forma positiva o negativa lo que ven en su espejismo.

En la mitología griega el deseo de auto-valorarse mediante una imagen en el espejo, es sinónimo de vanidad y trae como consecuencia la locura, de acuerdo al relato de Narciso, el cual enamorado de su reflejo descuida todo aquello que lo mantenía con vida desencadenando el relato hacia un trágico final en el que muere.

El significado de lo que ocasiona la dependencia hacia el espejo, donde se puede ver la imagen de sí mismo que puede ser la realidad o una fantasía, también es adoptado como una muestra de inseguridad y baja autoestima por parte de una persona, puesto que, en la actualidad al estar en medio de una sociedad estereotipada por figuras designadas para la belleza y la salud, hace que una persona que no encuentre esas características estéticas socialmente establecidas en su reflejo tenga como consecuencia una apreciación diferente impulsada por los sentidos, produciendo de este modo una contraposición entre lo que es la realidad y la ilusión.

Frente  a esta captación por parte de los sentidos  se establece que es necesario “negar que lo percibido por los sentidos haya de ser considerado como lo real” ^[1], esta concepción respecto al conocimiento que producen los sentidos, determina que una persona puede tener problemas psicológicos ocasionados por una falsedad.

 ¿Mediante el espejo un individuo se prepara para ser reconocido por sí mismo (ego) y por su alter de forma positiva? ¿El espejo refleja al individuo real como persona o solo como un ser físico y material? ¿Es una ejemplificación del antropocentrismo, el condicionamiento de la vida por la obsesión de la belleza a través de un espejo?

Para la supervivencia del ser humano en la sociedad, es necesario que sea reconocido por lo demás, por ello se establecieron estándares que determinan el grado de aceptación de una persona a nivel físico, intelectual y sentimental; sin embargo popularmente conocido como primera impresión, que es la presentación física a la sociedad, hay factores basados en la construcción social sobre la belleza que facilita o dificulta el acceso al grupo social supuestamente dominante, en el sentido gregario. El nivel intelectual y sentimental determina el acceso en menor grado, pero se cree que estos son los que más importancia tienen.

En un mundo de artificios, estereotipos y prejuicios, se puede apreciar que existen dos tipos de personas, las de alta y baja autoestima de las cuales; aquellas que poseen una autovaloración menor, encarnan una conciencia pasiva y dependiente de los estereotipos. Al estar el concepto de belleza en constante cambio, porque las diferentes culturas y sociedades lo hacen posible, se muestran variaciones estéticas que son socialmente aceptadas. En la prehistoria se aceptaba como signo de belleza una mujer con senos, glúteos  y abdomen abundantes, y el hombre con figura atlética, pero debido a lo ideal que se considera hoy en día, las personas que son de esta constitución se ven en el espejo y no se encuentran atractivos, causando problemas de autoestima y anhelo de ser como la sociedad lo indica. Hoy en día para tener belleza necesita tener el cuerpo perfecto, la cara perfecta, etc.

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