El Hombre Es Filosofía

El hombre es Filosofía, porque su naturaleza es el pensar

"Todos los hombres por naturaleza desean saber", comienza Aristóteles su Metafísica o Filosofía Primera. Y en otra parte agrega: "Tanto para afirmar que hay filosofía o para negar su existencia, es necesario filosofar". Estas dos sentencias nos servirán para explicar qué es la Filosofía, la esencia de ella.

El proceso del pensar es un acto inmanente al hombre en cuanto a inteligencia racional, tal como los son para el organismo el comer, el respirar, el crecimiento o el movimiento general, que es común a toda actividad de criatura. Esta actividad específica del ser humano brota desde el interior una vez que se ha puesto en contacto con el universo. Y desde entonces no hay tregua ni descanso. Hasta cuando se sumerge en las regiones oníricas del sueño, la razón humana continúa pensando, lógica o ilógicamente, pero pensando al fin. Una vez que hemos abierto los párpados de nuestra conciencia no los podremos cerrar jamás: estamos condenados a la luz, sometidos al pensamiento, esclavos del proceso de la reflexión. Podríamos decir que el hombre es el ser que reflexiona y reflexionará para siempre. Como un párpado intensamente levantado y abierto verá y mirará durante toda la vida.

El hombre es filosofía porque esta disciplina como ninguna otra desarrolla lo que diferencia al hombre de las otras especies: el pensamiento en toda su riqueza.

Finalmente sólo el hombre es sujeto moral porque sólo él puede realizar actos conscientes y libres que le hacen responsable y esta base es precisamente el requisito de la moral.

Karl Jasper afirmaba que todos somos filósofos, ya que de una u otra forma nos formamos nuestras respuestas a las grandes interrogantes del ser humano, como muy bien dijo otro filosofo, el pensamiento es intrínseco al ser humano, tal como lo es la racionalidad.

Somos seres en constante evolución mental, la razón es algo que cambia constantemente.

El pensamiento es lo único que nos separa de forma sustancial de los animales. El problema es que muchas veces no usamos cabalmente esta facultad.

Nosotros, espíritus libres, necesitamos cambiar, necesitamos pensar, y eso es precisamente uno de los ejes fundamentales de la filosofía, la capacidad de poner todo en duda". La serpiente perece cuando no puede cambiar de piel, a su vez si dejamos de cuestionarnos, dejamos de ser espíritus libres" (Nietzche filosofo alemán).

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