El Hombre
Enviado por lidabeatriz • 12 de Noviembre de 2013 • 4.557 Palabras (19 Páginas) • 208 Visitas
Lo que sigue no es una guía práctica de normas éticas y de conducta, constituye una lectura, que se pretende presentar con sencillez, de los avatares de los conflictos, entre lo más oscuro y lo más luminoso del ser humano, que se suceden ininterrumpidamente en cada uno de nosotros. Por eso y porque el asunto compromete diferentes órdenes del saber es que se hurga filosóficamente en el tema de la dignidad-indignidad del hombre teniendo en consideración que, sea cual sea el ser o la organización de que se hable, estas líneas van dirigidas a personas enfrentadas al reto de modificar, para bien, el mundo en que viven, a partir de una educación y cultura superiores, cumpliendo el anhelo de que "el arquetipo del individuo formado en el ámbito de la esencia universitaria, es aquel que alcanza una forma de vida, impecable y plena, en un mundo que se esfuerza por abarcar con unción, merced a su visión sintetizadora y humanística." (Querol, 1967).
1.- Hitos y posicionamiento históricos
Tradicionalmente los periodos históricos han sido: la prehistoria que va desde la edad de piedra hasta la aparición de las primeras civilizaciones que usaron metales; la edad antigua que va desde el surgimiento de hordas "civilizadas" y de asentamientos sociales hasta la caída del Imperio Romano en el siglo V D.C.; la edad media que transcurre desde ese entonces hasta fines del siglo XV con la toma de Constantinopla por los turcos, la expansión violenta de los europeos por el mundo y su llegada documentada a América, y el proceso del renacimiento, con su énfasis en el valer de la persona humana, en franca contradicción con la crueldad de las conquistas de las etnias más débiles por las más poderosas; la edad moderna que discurre desde esos momentos, a fines del S XIV, hasta la Revolución Francesa en 1789; a partir de ese acontecimiento empieza la posmodernidad, la edad posmoderna, usualmente llamada edad contemporánea, que sigue a la Revolución Francesa y dura hasta nuestros días. Como el término contemporáneo es aplicable para lo vivido de modo sincrónico en cada momento, la edad contemporánea es la que a cada cual de nuestros antepasados le tocó vivir en su momento, la que nos toca vivir a nosotros y la que les tocará a nuestros descendientes. Lo contemporáneo indica una sincronía y las edades son planteamientos diacrónicos de la historia. Las edades históricas van siendo cada vez más cortas; en vista de los cambios tan significativos que la postmodernidad ya ha traído consigo, es dable pensar que los momentos que vivimos presagian el comienzo de un nuevo periodo histórico.
2.- Distintivos de la posmodernidad
Por lo que concierne a la posmodernidad que nos toca vivir ella tiene características, en lo que respecta al proceso de cambio generado a partir del accionar del ser humano, que podrían plantearse, sin pretender ser exhaustivos, como:
1.- El inmenso desarrollo tecnológico con adelantos omnímodos, esto es abarcativos, cada vez más acelerados. Entre ellos cabe destacar:
1.1.- La industrialización, la automatización, la internacionalización, la masificación informativa, la mundialización de ideologías contradictorias y la globalización por redes energéticas. Todas ellas constituyen procesos muy desiguales, variables según las regiones, etnias y países lo que, a la larga, ha significado un estrechamiento de vínculos así como un aumento de las diferencias: por ejemplo la sima entre los diferentes países en el comienzo de la posmodernidad, la diferencia entre países desarrollados y subdesarrollados, estaba más marcada por el desequilibrio de fuerzas entre países colonizadores y países colonizados. En la actualidad esta diferencia se ha agrandado y diversificado y, entre países desarrollados y subdesarrollados, el clivaje se va haciendo más grande y más insalvable a medida que el tiempo pasa.
1.2.- La fisión atómica que, por lo mismo que ha sido realizada, determina una contradicción con el hecho de que esta era se viene llamando la era atómica cuando, en realidad, durante la posmodernidad, se ha pasado de la era atómica a la era tómica en que la última partícula del cosmos, pensada como indivisible, ha sido hecha explosionar, permitiendo reconocer la continuidad, la coexistencia, la mutabilidad, la reversibilidad y la relatividad de los conceptos de materia y energía.
2.- La mayor atención puesta, sobre todo a partir de comienzos del siglo XIX, en la libertad del individuo y la igualdad de los seres humanos, enfatizando el valer de la dignidad y de los derechos humanos, asunto que, salvo excepciones, ni se ponía en consideración en siglos anteriores y que ha traído consecuencias fundamentales tales como:
2.1.- La abolición de la esclavitud que aunque todavía no es total va siendo, por lo menos aparentemente, cada vez más completa.
2.2.- El reconocimiento de los derechos del niño.
2.3.- La liberación de la mujer, promovida por la mujer, y su conquista, jalonada de violencia, de la igualdad con el varón.
Estos hechos han significado, en forma teórica y práctica, una duplicación de las fuerzas de la humanidad en lo que concierne a creación y valimiento. La incorporación de la mujer a lo político, su acceso a las profesiones, antes consideradas como terreno del varón, y el reconocimiento de la labor doméstica como una profesión constituyen aspectos fundamentales de la posmodernidad.
3.- La continua creación, progresión y difusión, de la cosmovisión, de la concepción del mundo y de la concepción de sí mismo del ser humano a través de un metafilosofar, algunos de cuyos componentes son:
3.1.- Una relativización creciente del concepto de lo absoluto con merma del pensamiento dogmático.
3.2.- Revisión de la ética absoluta y asunción de varias éticas posibles.
3.3.- La puesta en tela de juicio de las categorías, apodícticas, con aceptación de la existencia de contradicciones posibles en cada una de ellas - que una cosa puede ser lo que no es, que una cosa no es forzosamente idéntica a sí misma- gracias al manejo creciente del pensamiento dialéctico frente a la asimilación identificatoria, como equivalencia axiomática, de la razón con la lógica, de la idea con lo absoluto y de lo dogmático con lo verdadero.
3.4.- Manejo de las concepciones sistémicas e integrativas conducentes al planteamiento, cada vez más frecuente, de la multicausalidad fenoménica y conductual.
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