El Individuo Del Existencialismo
Enviado por Yainnyalmita • 18 de Julio de 2011 • 1.438 Palabras (6 Páginas) • 3.936 Visitas
El Individuo del Existencialismo
Abbagnano describe los caracteres del existencialismo con interesante precisión. Entiende por existencialismo una filosofía o conjunto de filosofías que analizan la existencia entendida como el modo de ser el hombre en el mundo. Hay que contar, pues, con los modos a través de los que el hombre se refiere al mundo (posibilidades cognoscitivas, emotivas y prácticas) y los modos de manifestarse el mundo al hombre. Este autor considera que la relación hombre-mundo es el único tema de toda filosofía existencialista. De Husserl proviene la concepción de un ser –mundo- que se revela de alguna forma al hombre; Kierkegaard proporciona al existencialismo la categoría de posibilidad entendida en su carácter amenazador. A continuación se presenta unas definiciones que se le han dado al existencialismo:
a) el existencialismo es un ensayo de dar cuenta de la individualidad.
b) La existencia precede a la escuela.
c) El filosofo existencialista trata de problemas que emergen de su propia existencia, entendida ésta, como subjetividad y al margen de la racionalidad.
d) El existencialismo es una Filosofía de la acción –humanismo existencial- y una filosofía de la conciencia –Teoría del conocimiento.
Angustia y Voluntad de poder
Los existencialistas han considerado a Kierkegaard como su profeta. Kierkegaard fue el anti-Hegel andaba comido por el ansia de dar con una verdad que fuera verdad para él. La existencia personal y subjetiva ha vuelto descaradamente la espalda a la filosofía hegeliana del absoluto. El núcleo fundamental del pensamiento Kierkegaardiano es la fe como problematicidad. La fe nos hace vivir fuera de la ética, de la especie, enfrentándonos en solitario con la absolutez de Dios. Criatura y Creador se descubren frente a frente al margen de las reflexiones prudentes, sociales y universales. Para este autor la existencia es algo que le acontece a uno. En este sentido las piedras no existen, ya que nunca les sucede nada; jamás son sujetos del existir. La existencia incumbe exclusivamente al hombre pues es él quien ha de existir. El propio existir remite al poder ser de cada cual, a la posibilidades. La angustia se apodera del alguien cuando se responsabiliza de su existencia; entonces se cae en la cuenta que todo es posibilidad, es decir nada todavía.
Friedrich Nietzsche es considerado como preexistencialista, este autor se opone abiertamente a Platón, fabricador de sistemas y del bien estable. Proscribe la sistematización filosófica, la eternidad de las ideas y la absolutez de los valores morales, se vale del método de las infraestructuras o de las fuentes, que él mismo denominará método genealógico. No se examina si un pensamiento es verdadero o falso, simplemente se explica su procedencia, el mecanismo de su formación. Nietzsche cree que es posible un ser que no esté más allá del ser, es posible una existencia dionisíaca. La idea del eterno retorno de lo mismo da valor de eternidad al devenir, a la inmediatez de cada día. El ser no es otro que el devenir; el instante retorna y así se eterniza.
Fe y Esperanza en la Conciliación
Siguiendo el camino de Kierkegaard, Jaspers centra su reflexión en la existencia singular, en el hombre individual. Jasper descubre el desgarro en el corazón mismo del existir humano. A través de la fe existencial quiere, no obstante, obtener la conciliación. Se trata tan sólo, sin embargo, de una aspiración, de un encaminamiento jamás coronado por el éxito. La conciliación del hombre es un objeto de fe. Pensar en el propio desgarro existencial es comenzar a superarlo. La substancia del hombre no es otra que la capacidad de descifrar sin existo los símbolos del mundo y con tales signos aunque jamás atine a descifrarlos sin titubeo.
En este orden de ideas, Gabriel Marcel opuso la alegría de ser a la tristeza del tener. El hombre se relaciona con el tener o ámbito de objetos, utensilios, técnicas, este ámbito imprescindible es peligroso pues despierta el apetito de la posesión, fuente de la calamidad humana. También Marcel parte en su reflexión de la existencia singular del ser del hombre. Tal existencia no viene dada sino que es dadora, es la condición primera. La existencia no puede reducirse a ninguna otra cosa.
Angustiados por la nada del ser
Heidegger centró su meditación filosófica en el Ser; esta meditación había sido inaugurada por los presocráticos,
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