El Obrar Humano.

El concepto del obrar humano se refiere a las acciones del ser humano que reciben valoración moral. El obrar humano requiere un juicio de moral, pero no puede darse este juicio sin comprender adecuadamente la profundidad del significado.

Dependiendo de la consistencia objetiva del acto y del grado de participación de los mismos es evidente que el grado de conocimiento y libertad varía. Por eso hay que considerar la parte objetiva y la subjetiva al hacer reflexiones morales.

El actuar humano se relaciona con el mundo interior de las personas. Por esto es importante poder conocer el significado profundo de cada acto que se realiza.

Para definir un acto humano hay que valorar la parte moral del obrar humano. Hay que valorar los elementos de conocimiento y libertad, y en la visión cristina se añade la realidad de la gracia. Los tres interactúan entre sí al momento y en base a estos es que se hace la valoración del acto.

Considerando el conocimiento, el conocimiento moral no se identifica con el conocimiento intelectual. Es un conocimiento que nace de la asimilación del valor en la experiencia y que se refuerza en la práctica.

En el caso de la libertad, esta se desarrolla en el interior de un camino caracterizado por etapas diversas. La gracia estimula al hombre a la caridad. El acto humano es el resultado de una trama compleja de factores que hay que considerar, intentando capturar las múltiples interacciones.

Se dirige mucha atención al aspecto subjetivo de los actos, pero no se debe olvidar la importancia que tiene la parte objetiva. Si solo nos enfocáramos en la parte subjetiva podríamos enfocarnos solamente en la intención del acto, prescindiendo de la densidad real de las acciones.

No hay que ignorar la importancia decisiva de las acciones humanas, ya que estas tienen repercusiones que pueden ser positivas o negativas para nosotros mismos, los demás y el mundo. Por esto hay que considerar que el contenido material del acto no debe ser indiferente.

La actitud interior y el comportamiento externo son datos de la moralidad. La actitud, ya sea buena o mala, se da primero, pero esto no anula que se verifique el comportamiento. Cuando la acción es comprometedora para el sujeto, mayor es el nivel de compromiso que el mismo pondrá en la acción que va a realizar.

El juicio moral del acto humano es el resultado de la aplicación de diversos criterios. No podemos olvidar la prioridad que se le debe dar a la persona y su mundo interior, por lo que las acciones nunca pueden ser consideradas como completamente objetivas.

Considerando esto que he escrito, que fue tomado y resumido según mi entendimiento de uno de los documentos que nos tocaba leer para este ensayo, puedo definir el obrar humano como cualquier acción del ser humano a la cual se le pueda dar un juicio de valor, considerando distintos criterios a la hora de hacer este juicio.

Para poder hacer estos juicios hay que considerar la influencia que tienen las virtudes y los valores en nosotros.

Consideremos para empezar que los valores que yo considero importantes pueden diferir de manera parcial o total de los de otras personas. Por esto es que un acto puede tener un significado para mí y que otra persona que estuvo presente en el momento del acto en iguales condiciones a las mías le dé un significado completamente diferente.

Así mismo, las virtudes que yo tengo pueden diferir de otra persona. Incluso personas que han crecido en ambientes similares pueden tener diferencias entre las virtudes y valores que consideran importantes. Por ejemplo, dos hermanos que crecieron juntos tienen diferentes creencias con la acción de dar dinero a las personas, para uno es lo que se debe hacer para ayudar al prójimo y para el otro no está bien ya que se contribuye a que la persona siga pidiendo dinero.

Estas diferencias se hacen cada vez más notables a medida que otras influencias ambientales hacen efecto en las personas, y realmente dudo que haya alguien con iguales virtudes y valores que los míos. Las experiencias de la vida son las que finalmente definen que virtudes  y valores yo considero importantes.

He hablado sobre las virtudes y los valores, pero no he dado definiciones de los mismos. Según la real academia española de la lengua podemos definir la virtud como: Actividad o fuerza de las cosas para producir o causar sus efectos, poder o potestad de obra, integridad de ánimo y bondad de vida, disposición constante del alma para las acciones conformes a la ley moral, y la acción virtuosa o recto modo de proceder.

Así que, haciendo un resumen de estas definiciones, se puede definir una virtud como una actividad o fuerza de las cosas para producir o causar efectos. Estas actividades son disposiciones constantes del alma para las acciones conformes a la ley moral y son acciones de recto modo de proceder. La persona virtuosa tiene poder o potestad de obrar y tiene integridad de ánimo y bondad de vida.

Los valores se definen como: principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas. Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro. También son fuente de satisfacción y plenitud.

Nos proporcionan una pauta para formular metas y propósitos, personales o colectivos. Reflejan nuestros intereses, sentimientos y convicciones más importantes.

Considerando la lectura de Aristóteles puedo decir que estoy de acuerdo con la proposición dada de que los valores son hábitos, y los planteamientos que da para decir que los valores no son ni pasiones ni facultades. Me gusta particularmente su posición con respecto a porque no son pasiones, donde dice que “Por el pronto y en realidad no se nos llama buenos o malos en vista de nuestras pasiones, sino teniendo en cuenta nuestras virtudes y nuestros vicios. En segundo lugar, al hombre no se le alaba ni se le censura a causa de las pasiones que tiene; así que no se alaba ni se censura al que en general tiene miedo o se encoleriza, sino que sólo es censurado el que experimenta estos sentimientos de cierta manera; y, por el contrario, en razón de los vicios y virtudes que descubrimos, somos directamente alabados o censurados... Añadamos también, que respecto de las pasiones debe decirse que somos por ellas conmovidos, mientras que respecto de las virtudes y de los vicios no se dice que experimentamos emoción alguna; y sí sólo que tenemos una cierta disposición moral.”

Además, agrega Aristóteles, que la naturaleza es la posibilidad de ser buenos o viciosos; pero no es ella la causa de que nos hagamos lo uno o lo otro.

Aristóteles distingue dos tipos de virtudes, las cuales son:

•        Las virtudes que perfeccionan el intelecto o virtudes intelectuales o dianoéticas;

•        Las virtudes que perfeccionan la voluntad o virtudes éticas o morales.

A pesar de que puede parecer un poco reduccionista considerar solo estos dos tipos de virtudes, en estas dos se encierran todas las virtudes.

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