El Poder De Decidir

Desde el principio de la vida misma el ser humano se ha visto forzado a tomar decisiones con la obligación de que cada una de estas debería ser correcta, la más funcional; es decir que el ser humano ha sido considerado un ente consiente de sus decisiones y por ende responsable de las mismas. Para lograr realizar esta acción tan importante en el diario vivir de una persona, la naturaleza increíblemente sabia nos ha proporcionado un don llamado el poder de elegir o decidir.

El poder de elegir o decidir ha estado presente en nuestra cotidianidad desde el tiempo mismo de la evolución, incluso ha permanecido presente en los animales aunque su poder de decisión no sea tan desarrollado como el del ser humano ellos han podido elegir desde tiempos remotos el lugar adecuado para vivir, los alimentos precisos que no dañarían su salud. Es así como tanto los seres menos desarrollados, y nosotros hemos logrado sobrevivir y afrontar las circunstancias que se nos presentan a diario, de la mejor manera, sin sufrir daños o consecuencias graves, todo esto lo hemos considerado como una facultad propia de nuestro poder para decidir.

Al momento de tomar una decisión actúa nuestro subconsciente al igual que nuestra personalidad, experiencias vividas, y expectativas acerca de la futura decisión que debería ser la más adecuada respecto a la circunstancia que se está experimentando .Como menciona (Marquier, 2009, pág. 33) “Como seres humanos funcionando por intermedio de una personalidad, no podemos tener acceso directo a la realidad”

Para conceptualizar nuestra percepción de la realidad que nosotros queremos, lo que observamos debe tener tres elementos que son: Realidad, filtro mental y percepción de la realidad. la realidad es lo abstracto de un objeto o situación que es una base que establece el sostén de la experiencia. El filtro es metafóricamente una base de datos que contiene todas las situaciones vividas anteriormente y los anhelos más profundos del ser humano, añadiendo a la base los mismos para así crear una visión utópica es decir irreal, moldeada de acuerdo a las expectativas y personalidad de cada ser. Al pasar el filtro la realidad se ha convertido en una percepción ficticia de la misma que contiene todo lo que queremos que suceda al tomar una u otra decisión.

El ser humano al unísono del transcurso del tiempo ha aprendido que decisiones debe tomar, aunque muchas veces estas no son correctas o no son las más adecuadas para resolver o salir de un problema.

El poder de discernir es la capacidad para percibir lo sutil y distinguir lo verdadero de lo falso. Un joyero que distingue entre una joya verdadera y una falsa nos proporciona una adecuada representación del poder de discernir. Discernir es el arte de ver. No de ver con los ojos físicos sino con el tercer ojo, el ojo interno. Ver lo que es verdadero y lo que es falso.

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