El Principe

Un líder nato

A lo largo del tiempo los gobernantes han cambiado su forma de administrar y de regir un pueblo, esta se ha ido haciendo cada vez más pobre, debido a que cada uno de los que conforman los gobiernos no tienen las virtudes necesarias para gobernar y no se dan a la tarea de conocer cómo lo pueden lograr con una forma más objetiva y conociendo la realidad de quienes luchan por conseguir un buen futuro.

El libro “El Príncipe” de Nicolás Maquiavelo se aplica en la actualidad en diversas partes, sobre todo en el aspecto político, en la organización de un estado y en la relación entre gobernante (príncipe) y el pueblo. No sólo evalúa el sistema que rige a un estado, sino en particular las características del gobernador. Características como, la castidad, la bondad, la honestidad, templanza, serían deseables en conjunto, en cabeza de un príncipe o gobernante, infortunadamente, la naturaleza no permite que las mismas residan en un solo gobernante quien ha de mantener una imagen fuerte, robusta, frente a sus administrados, incluso los vicios, como la avaricia, la rapiña, astucia, son en algunos casos, fortalezas que permiten mantenerse en el gobierno.

En relación con esto Maquiavelo quería enseñarle al príncipe la mejor forma de cómo llegarle a las personas sin hacerles ningún daño y que aprendiera como se debía gobernar un pueblo ante a la realidad del mundo. Antes mencionado èl apuntaba a que un líder debía ser nato, es decir : leal, valiente, justo, sabio, no ser temeroso, prudente, tolerante, respetuoso, entre otros. Hoy en día existen gobernantes que llegan a hacer ascendidos mediante perversidades y delitos como lo dice Maquiavelo en su capítulo VIII, y esto se ve reflejado en muchos casos de gobernantes que en las elecciones, cuando son postulados hacen delitos como comprar votos, hacer trueques y otras cosas. Todos esos casos llevaron a Maquiavelo a la necesidad de mostrar la forma de gobernar y regir una nación sin necesidad de hacer prejuicio ni depender de la maldad, ya que èl percibía la realidad del momento mejor que la mayoría de los ciudadanos, él narraba los acontecimientos y le abría los ojos a muchos acerca de la política y su opinión respecto a ella. Enseñando que un príncipe maquiavélico no es más que aquel que se adapta a las transformaciones de la política con habilidad y destreza, cuyo poder es ejercido por él como estado y a servicio del estado, que en su final, puede ser una opción, un camino para la humanización del poder y la sociedad..Y esta clase de príncipe a la que se refiere es la que necesitamos en nuestro país, una persona sabia, que sea buen líder, que se preocupe por los suyos y no solo vea que tanto se llenará el bolsillo, si no que mantenga satisfecho al pueblo, una clase de gobierno que valla regido por personas que logren tener virtudes para establecer el orden y el poder de un estado buscando que ese equilibrio consista

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