El Sentido Y Objeto De La Filosofía
Enviado por LauraGReyes • 29 de Septiembre de 2014 • 317 Palabras (2 Páginas) • 433 Visitas
Filosofía: amor al saber.
Por tradición histórica a la Filosofía parece interesarle TODO. Es, pues, un saber "ambicioso". Pero, también, es un saber "radical", ya que se caracteriza por intentar hallar la raíz de las cosas.
Señalemos además que la Filosofía pretende desvelar las causas últimas de todo lo existente. ¿Eso significa que quien filosofa posee el conocimiento de las causas de todo? No, pues si fuese así, habría que considerarle un "dios", una persona con la facultad de la profecía, de la sabiduría infinita.
Es más, dado que resulta humanamente imposible lograr un conocimiento exacto, definitivo de toda la realidad, resulta que quien filosofa sólo es un buscador del saber y, por buscar el saber, concibe la búsqueda de la verdad como una tarea inagotable que ha de ser continuamente revisada. Teniendo en cuenta este detalle, los filósofos griegos de la Antigüedad se dieron cuenta del valor que tiene reconocer la propia ignorancia. Concienciar que se sabe poco facilita y hace posible la búsqueda del conocimiento.
Al hilo de esto, Sócrates (470-399 a. C.) solía repetir "solo sé que no sé nada", mientras que Platón (427-347 a. C.), que fue discípulo de Sócrates, afirmaba que “la Filosofía se encuentra a medio camino entre la ignorancia y la sabiduría”. Y Aristóteles (348-322 a. C.), discípulo a su vez de Platón, sostenía que “la Filosofía nace de la admiración, de manera que quien se admira reconoce su ignorancia”.
En conclusión:
El sentido de la Filosofía es adquirir conocimientos. Quien filosofa ama el saber y, en consecuencia, se deja guiar por el deseo de adquirir conocimientos.
El objetivo final de la Filosofía es encontrar la verdad. En la búsqueda del conocimiento, quien filosofa se encuentra con la búsqueda de la verdad (tarea inagotable que ha de ser continuamente revisada para que, en caso de haber un error en ella, pueda corregirse).
La esencia de la filosofía es la búsqueda del saber y no su posesión.
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