El Socialismo Del Buen Vivir.
Enviado por chvargasarayo • 27 de Marzo de 2014 • 2.403 Palabras (10 Páginas) • 316 Visitas
HABLAMOS DEL SOCIALISMO DEL BUEN VIVIR
Boaventura de Souza Santos1
Hay dos aspectos del contexto del continente latinoamericano que para mí son muy importantes y que realmente le dan una característica propia y única en el mundo. Yo trabajo bastante en África y también en Asia y este es el continente que está más adelantado en la lucha antimperialista y en la lucha por alternativas al ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas).
Entonces, ¿cuáles son los contextos? Son varios pero voy a nombrar dos. Ésta es una de las características para mí más tajantes, en este momento: es la medida en que se combinan luchas ofensivas con luchas defensivas.
En este continente tenemos luchas ofensivas, que no son necesariamente luchas socialistas, pueden tener una vocación socialista pero son una lucha de un cambio radical transformador de la sociedad; y en estas luchas el Estado es la solución. Y eso lo vemos en Ecuador, lo vemos en Bolivia, lo vemos en Venezuela, vemos varias instancias de luchas ofensivas por otros modelos de sociedad. La revolución bolivariana, la revolución ciudadana; estamos con el Estado comunitario social y plurinacional de Bolivia. O sea, tenemos diferentes luchas donde podemos decir que hay un cambio estructural que está en curso.
Al mismo tiempo, no hay que olvidar que también en este continente hay muchas luchas defensivas. Son las luchas para defender lo que conquistamos. ¿Por qué? porque estamos en un continente donde, en este momento, se está intentando liquidar las conquistas democráticas de la última década. Y se está intentando liquidar de varias formas; no es simplemente el golpismo, es lo que llamo la contrarrevolución jurídica, por ejemplo, en Brasil o en Perú, donde las conquistas populares, políticas, están siendo anuladas por sentencias de la Corte. Es también el intento de criminalizar la protesta social; como la propuesta de la fiscalía de Brasil de convertir al MST (Movimiento Sin Tierra), uno de los movimientos más importantes de este continente, en una organización terrorista.
Está el paramilitarismo, que no está apenas presente en Colombia, está presente en Venezuela, está presente en Bolivia, está presente en varias partes. Es un golpismo que busca efectivamente de varias formas liquidar las conquistas de la década.
Entonces hay aquí un enfrentamiento entre las luchas ofensivas y las luchas defensivas y las dos son articuladas, y hay que notar que cuando luchamos por las luchas ofensivas no podemos perder de vista también las luchas defensivas.
Aquí es interesante recordar a uno de los grandes marxistas de este continente: José Mariátegui. Mariátegui dijo muy temprano, en 1923, cuando visitó Italia, Europa, (estuvo dos años en Europa):
1 Boaventura de Sousa Santos es sociólogo portugués, catedrático de la Universidad de Coimbra (Portugal). y de la University of Wisconsin-Madison (Estados Unidos). Extracto de la exposición presentada en el Foro Internacional “Los nuevos retos de América Latina: Socialismo y Sumak Kawsay”, organizado por la Secretaría Nacional de Planificación y el Ministerio de Coordinación de la Política del Ecuador, Quito 18-19 de enero 2009.
la democracia representativa liberal de Europa tiene dos enemigos que se enfrentan desde fuera
con la democracia: el socialismo y el fascismo. Y los dos van por fuera de la democracia intentando
liquidarla. Lo que pasa hoy en nuestro continente, nuestra diferencia en relación a Mariategui; es
que los dos se enfrentan no desde fuera, sino desde dentro. O sea, la democracia está siendo
radicalizada por las fuerzas socialistas en este país, en varios países del continente; pero no
podemos olvidar que las fuerzas fascistas están utilizando también la democracia para liquidar
estas luchas. Miren cómo la bandera de la autonomía indígena en Bolivia fue apropiada por la
derecha de Santa Cruz.
Es un ejemplo muy fuerte de cómo estos dos enemigos luchan dentro de la democracia, lo que
muestra que el proceso democrático se está transformando radicalmente y no es de ninguna
manera una democracia liberal.
Debate civilizatorio
El otro contexto muy importante para analizar el continente es el debate civilizatorio. Nosotros
tenemos en el continente un debate civilizatorio. No es simplemente una transición del
capitalismo al socialismo, es otra cosa mucho más amplia, o distinta por lo menos. Este debate
civilizatorio, claro que está en el continente desde la conquista, sopla con la conquista, fue
suprimido, fue destruido, de hecho destruyendo las culturas diversas indígenas, ancestrales de
este continente. Pero debido a una lucha tenaz, sobre todo en los últimos 30 años -algunas son
muchos más antiguas- el movimiento indígena, el movimiento afro en este continente ha logrado
realmente rescatar esta diversidad cultural y eso para nosotros ha permitido ampliar un debate
que no existe en otro continente.
Es un debate de diferentes cosmovisiones, de diferentes concepciones de desarrollo, de diferentes
concepciones del Estado pero que están intentando dialogar. Es un diálogo muy difícil, pero no es
el choque de civilizaciones de Samuel Huntington, es otra cosa. Es la posibilidad de un diálogo
nuevo, difícil, pero que tiene que hacerse porque las constituciones nuevas, este
constitucionalismo transformador del continente, dan cuenta ya de estas posibilidades de diálogo.
Es lo que está en la Constitución de Bolivia, es lo que está en la Constitución de Ecuador. ¿Cómo
podríamos nosotros pensar que los pueblos olvidados, los pobres ignorantes, inferiores, como
eran los indígenas, tendrían una presencia conceptual en esta Constitución de Ecuador tan fuerte
que es orgullo de todos los ecuatorianos, que es orgullo de todos los progresistas del mundo? ¿De
dónde viene la palabra Pachamama, de dónde viene el Sumak Kawsay que nosotros nos
apropiamos? Estamos aprendiendo de ellos y esa es la gran riqueza de este debate civilizatorio.
Por eso yo les digo que no hay una transición en el continente, hay dos. La transición del
capitalismo al socialismo y la transición del colonialismo a la autodeterminación, al fin del
racismo, a la posibilidad que tenemos de la convivencia de diferentes nacionalidades dentro del
mismo Estado. Y aquí empiezan los problemas de la soberanía.
Este mismo argumento muy simple y muy difícil, naturalmente, de fundamentar, es que la
plurinacionalidad refuerza el nacionalismo.
No hay un concepto de nación, hay dos conceptos de nación y no hay necesariamente un conflicto
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