El Vampiro

“El Vampiro”

(Película mexicana de Fernando Méndez)

En una casa antigua, había en una habitación de una dama, que yacía vigilada por un vampiro desde la planta baja. Se convirtió en murciélago hasta su cuarto de aquella dama, y le chupó la sangre desde el cuello, convirtiéndola en su cómplice vampiro, y esta dama, era tía de una sobrina que viajaba para allá a ver a otra tía que se encontraba muy enferma.

En el camino, la sobrina, no podía llegar a casa de sus tías, porque ninguna persona salía de sus casas al anochecer por miedo a algo, así que no tenía forma de llegar. El ferrocarrilero le dijo que el hombre que estaba sentado en una banca también pasaría la noche ahí, que lo acompañara si quería. En eso llegó un hombre en una carrosa, era algo misterioso y cerrado, él iba a recoger un pedido de su amo, un cajón de tierra de otro país, pero dicho hombre, iba a pasar cerca de donde la sobrina tenía que llegar, así que el doctor (el hombre que estaba sentado en la banca con la sobrina) fue a pedirle a ese hombre de favor que si los podía llevar a ese lugar, el hombre misterioso aceptó y llevó a ambos en su carroza junto con la caja de tierra.

Llegaron a donde tenía que desviarse, así que los bajó de la carroza, y terminaron su recorrido a pie. El doctor tenía una extraña sensación de que alguien los estaba siguiendo, pero no se encontraba nadie según ellos, pero, quien los iba siguiendo…era la cómplice del vampiro (la tía de la sobrina).

Entraron a la casa de las tías, los recibieron su tío y su tía (la vampira) y le dijeron que su tía había fallecido un día antes.

(En el entierro, una de las sirvientas, tomó una nota que llevaba en las manos la difunta, leyendo y viendo que había algo muy misterioso y tenebroso en ella, pero decidió guardar el secreto junto con el otro empleado).

La sobrina (llorando) se fue a su cuarto a descansar, queriendo no saludar a un vecino (aquel hombre que había pedido el cajón de tierra). Cerró la ventana después de que ésta se abrió sola y se recostó. Al quedarse dormida, detrás del librero se abrió una puerta, de la cual, asustada, salió la tía fallecida. Vió a su sobrina dormida, y le puso un crucifico al lado de su almohada para que la protegiera de aquellos malvados vampiros.

Unas horas después, entró el vampiro a su cuarto pero vió el crucifijo y se volteó, pero con un movimiento que hizo la joven al acomodarse, lo tiró de su cama y el vampiro atacó para convertirla en una cómplice más.

(El vampiro, habló con su cómplice, explicándole que la tierra que había pedido era para revivir a su hermano el conde, ya que cumpliría 100 años de su muerte, y así podrían estar juntos de nuevo)

Al día siguiente, la sobrina amaneció y fue a sentarse enfrente del cuarto, donde su tía que había acabado de fallecer, le cantaba cuando era muy pequeña y que le dijo que

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