El arte de amar (ensayo)

En este ensayo voy a analizar el amor a Dios (mencionado en el libro titulado “el arte de amar”) y mi postura hacia la religión. Primero que nada, me gustaría aclarar que soy ateo y que no me siento particularmente atraído a la idea de aceptar que todo existe gracias a la creación divina, soy más del lado de la ciencia, la cual explica todo a partir de tres armas fundamentales, las cuales son: física, biología y química, y por último agregar que me parece increíble como en nuestro planeta existieron las condiciones perfectas para que se diera la vida tal y como la conocemos.

Partiendo de esta premisa, empezaré comentando mi opinión sobre algo parece interesante como estos dos “lugares”, si es que así podemos llamarles, cumplen un rol necesario en muchas religiones, el cual es hacer conciencia en la mente de los religiosos sobre los actos buenos y malos respectivamente.

Dejando eso de lado me gustaría compartir una opinión con la que estoy seguro de que como especie (refiriéndome a los humanos) somos animales, pero en el buen sentido, años de evolución nos han llevado hasta aquí, y sin embargo, venimos de un animal semejante a los chimpancés de hoy en día y con ello me pregunto… los perros, gatos o incluso vacas, cualquier animal que no sea el humano, ¿tiene una religión? Y si no es el caso entonces que nos asegura que existe un ser omnipotente creador del todo.

Tomando el tema central, el amor a Dios (hablando del de la religión católica) y el amor de Dios hacia sus seguidores me parece algo curioso. Hay un test que se ha hecho muy famoso, este es un experimento que va dirigido hacia los más pequeños y se llama “el test del malvavisco”, ¿En qué consiste?, este se lleva a cabo con un niño frente a una mesa en la cual hay un plató que dentro suyo lleva un malvavisco, el pequeño si quiere puede comerlo antes de esperar el tiempo de espera, pero las reglas establecen que si lo hace se acabará el juego sin más, en cambio si decide soportar hasta el final del test sin consumir el caramelo, al término de este se le dará un pequeño premio, en vez de solo comer un malvavisco ahora podrá comer dos de ellos. Pero… ¿Por qué menciono esto? No puedo evitar ver el amor de Dios como algo parecido a este test, donde haciendo alusión a la religión, el malvavisco sería el pecado y el placer que esté produce al ser consumido sería equiparable al de cometer uno de los pecados capitales.

Si decides cometer pecados antes de morir y ser juzgado, entonces el placer se va y solo queda pasar tu eternidad en el infierno, algo parecido al arrepentimiento que se tiene después de consumir el malvavisco antes de concluir el test. Es complicado explicar cómo funciona la religión, pero este ejemplo es un vago intento que tiene ese fin, explicar cómo funciona el amor de Dios y en general todo el tema de una religión (visto desde mi punto de vista).

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