El concepto de la felicidad

La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos.” Henry Van Dyke.

¡ Que encantadora frase ….. como no comenzar un escrito de esta manera, un abrebocas a lo que implica y se conoce por felicidad !!! , claramente cuando pensamos en esta palabra, que no es simplemente el vocablo escrito en una hoja con lápiz y papel, si no por el contrario transciende, dado que al pensar o escuchar esta expresión son muchas las imágenes y sensaciones que vienen a nuestra imaginación, pues la felicidad se encuentra asociada a diferentes sucesos, recuerdos, personas, objetos entre otros, depende de cada persona, teniendo en cuenta esto se podría inferir que lo que hace feliz a las personas es subjetiva, cada persona ve y siente la felicidad de maneras diferentes, para una persona estar solo escuchando música se asocia con felicidad, en cambio para otra estar con su familia y compartir espacios con ellos la hace feliz.

Este hecho nos muestra que la felicidad es compleja de describir, esencialmente porque se relaciona con el ser, con lo que somos, seria desconsolador tratar de encapsularlo a una definición, las definiciones nos ciegan, no nos permiten ver más allá de lo que somos y de lo que sentimos, un claro ejemplo de ello, lo vemos en los niños, ellos son felices sin importar la situación a la que se estén enfrentando, ven lo bueno de todo, un niño por ejemplo se cae, y claramente llorará por el dolor que el golpe trajo a su cuerpito, pero recuerda que quiere seguir jugando y deja a un lado este suceso para continuar seguir siendo feliz, allí el niño no se quedó sumergido en el problema que estaba viviendo, si no que se dio cuenta que podría seguir disfrutando lo que estaba haciendo, que bonito seria que al crecer no perdiéramos eso tan agraciado que teníamos desde niños, ser felices a partir de las pequeñas cosas, de lo que nos rodea, pues al crecer por alguna razón que desconozco, nos olvidamos de ser felices, de tal manera que nos sumergimos en ocasiones en esos detalles y estados de ánimo, que ni la persona que lo está viviendo alcanza a comprender.

Con este hecho no quiero decir que en la vida no hay problemas, por el contrario en la cotidianidad nos afrontamos a situaciones tranquilas, tristes o desagradables, la dificultad no es la existencia de estas situaciones, el problema radica en la actitud que tomamos frente a ellas y es allí donde existen dos opciones dejarnos derribar por el problema o seguir adelante con la finalidad de salir del tropiezo, y lo que es aún más encantador aprender de lo que paso, para que se convierta en experiencia significativa para nuestra vida, es algo similar a cuando estamos aprendiendo a montar cicla, nos caemos varias vemos, esto hasta que perdemos el miedo, adquirimos confianza en nuestro cuerpo y encontramos el equilibrio entre la cicla y nosotros, con esta situación observamos que a partir de las caídas, se consiguió lo que finalmente deseábamos montar cicla.

Tal vez suene exagerado para los oídos de muchos, para mí también en algunas ocasiones, es un poco exagerado que saquemos lo mejor de todo siempre y que estemos felices, debido a que cuando nos estamos enfrentando a una situación complicada, que altera nuestro estado de ánimo, lo primero que hacemos, es mirar lo negativo y pelear frente a lo sucedido, y claro eso hace parte de la vida, las situaciones agradables y no agradables, siendo estas últimas las que nos permiten mejorar y reflexionar frente a nuestro accionar, porque a veces uno considera que está haciendo las cosas bien, pero al analizarlas detalladamente se da cuenta que hay cosas por mejorar y cambiar, y me atrevería a decir que esa es la vida aprender para crecer, entonces pensar y vivir en felicidad no es una idea loca, si no por el contrario algo que podríamos

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