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El hombre para Kant


Enviado por   •  16 de Mayo de 2014  •  Resumen  •  1.100 Palabras (5 Páginas)  •  316 Visitas

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El hombre para Kant

Kant parte de que el hombre, según su naturaleza, es un conjunto de disposiciones originales: Disposición a la animalidad como ser viviente (capacidad técnica.) • Disposición a la humanidad, como ser viviente y racional (capacidad pragmática) • Disposición a la personalidad, como ser racional y moral (respeto a la ley moral) Esta es la estructura radical que constituye al hombre y que pone de manifiesto una dualidad de dimensiones: A.- La empírico - sensible (1 y 2), es decir conseguir sus propios fines egoístas. B.- La ético - social (3), es decir, la dimensión moral.(la razón gobierna mi vida) Sólo la tercera disposición tiene como raíz una razón que no es un medio condicionado a alcanzar determinados objetivos, sino que es ella misma un fin incondicionado: es la razón práctica misma que legisla la vida humana según el respeto a la ley moral (ley de la libertad).

El hombre, en sí, para Kant, que se dio mucho por ahondar en como el hombre llega a ser un ser racional regido por un universo de leyes, que para Kant no son dadas por los mismos hombres, sino que hilo de un telar universal, lo bueno y lo malo no es algo del todo relativo, pero si es algo que existe ahí, y se sabe, aun así la vista de lo bueno y lo malo según para el hombre, es una vista que se deja influenciar por el entorno cultural del individuo, ya que dependiendo de los pueblos, el bien y el mal se da a entender como tal.

Lo que es bueno en china a nosotros nos puede parecer no tan bueno... Pero en fin hay un pensamiento centralizado de lo que va bien y lo que va mal.

Según él, la sensibilidad recibe, capta los objetos, pero no los conoce. Esa tarea corresponde al entendimiento. Consiste en referir un fenómeno a un concepto, mediante la elaboración de juicios, atribuyendo a un sujeto un predicado. Así, el entendimiento unifica lo múltiple y disperso de la experiencia en la unidad del concepto. Esa función la lleva a cabo el entendimiento gracias a sus conceptos puros o categorías. Las categorías son, por tanto, los diferentes modos en que un objeto puede ser representado por el sujeto.

Así, en la epistemología de Kant, el hombre no es un receptor pasivo de los estímulos que provienen del mundo, sino un interpretador activo. Nuestro conocimiento está determinado por unas estructuras a priori: no conocemos nunca las cosas tal y como son en sí mismas, nosotros conocemos las cosas mediatizadas por nuestro sistema de conocimiento. No vemos el mundo, vemos nuestro mundo: nos proyectamos en nuestro conocimiento de las cosas. Las características que el sentido común atribuye a la realidad misma, Kant las atribuye a la estructura cognoscitiva del hombre. En cierto modo, el espectador, con sus a priori, condiciona el espectáculo en el mismo momento de la observación.

Según, Kant, hay tres preguntas que se hace el hombre. ¿Qué puedo saber? (filosofía teórica, ciencia). ¿Qué puedo hacer? (filosofía práctica, ética). ¿Qué puedo esperar? (filosofía de la religión y de la historia). Pues bien, como no me canso ni me cansaré de decir, mi interés por la filosofía no es procientífico, de manera que no hablaré de la prociencia kantiana. Por cierto, el prefijo "pro", quiere decir

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