El principio vital
Enviado por • 10 de Agosto de 2014 • Ensayo • 2.278 Palabras (10 Páginas) • 237 Visitas
Alma:
Es el principio vital que, se supone, rige las manifestaciones espirituales. El alma se considera como una sustancia, es decir, una realidad por sí misma. El concepto de alma se contrapone al concepto de cuerpo. En algunas teorías, como la platónica, ambos conceptos están radicalmente separados, mientras que en otras, por ejemplo aristotélicas, se encuentran imbricados.
Fedro o del Amor
Discurso de Licias
Amantes. El objeto amado. Pasión, etcétera. …Amor hacia una pareja por pasión, hacia la familia o amigos hay amistad por un dulce habito.
…los amantes, desde el momento en que se ven satisfechos, se arrepienten ya de todo lo que han hecho por el objeto de su pasión. …es la fuerza de la pasión la que les ha movido a hacer a sus amigos todo el bien que han podido. Los amantes consideran el daño causado por su amor a sus negocios, alegan sus liberalidades, traen a cuenta las penalidades que han sufrido, y después de tiempo creen haber dado pruebas positivas de su reconocimiento al objeto amado.
La pasión llega a mudar de objeto, no dudará en sacrificar sus antiguos amores a los nuevos…
…los mismos amantes confiesan que su espíritu está enfermo y que carece de buen sentido. Saben bien, dicen ellos, que están fuera de sí mismos y que no pueden dominarse. Y entonces sí, llegan a entrar en sí mismos, ¿cómo pueden aprobar las resoluciones que han tomada si están en un estado de delirio?
…lo más natural es, que un amante sea indiscreto por vanidad. Aquel que dueño de sí sismo, no se deja extraviar por el amor, preferirá la seguridad de su amistad al pacer de alabarse de ella.
…es al amante a quien debes sobre todo temer. Un nada le enoja, y cree que lo que se hace es para perjudicarle. Por otro lado, la mayor parte de los amantes se enamoran de la belleza del cuerpo, antes de conocer la disposición del alma y de haber experimentado el carácter, y así no puede asegurarse si su amistad debe sobrevivir a la satisfacción de sus deseos. …un amante alabará todas tus palabras y todas tus acciones sin curarse de la verdad ni de la bondad de ellas, ya por temor de disgustarte, ya porque la pasión le ciega. Libre de amor, yo seré dueño de mí mismo.
Discurso de Sócrates
Retórica
La mayor parte de los hombres ignoran la esencia de las cosas, y en su ignorancia, de la que apenas se dan cuenta, desprecian desde el principio plantear la cuestión. Así es que, avanzando en el discurso, les sucede necesariamente no entenderse, ni con los demás, ni consigo mismo. …puesto que se trata de saber si debe uno entregarse al amante o al que no lo es, comencemos por fijar la definición del amor, su naturaleza y sus efectos.
Amor (naturaleza del amor)
Que el amor es un deseo, es una verdad evidente; así como es evidente que el deseo de las cosas bellas no es siempre el amor. Cada uno de nosotros debe reconocer que hay dos principios que le gobiernan, que le dirigen, y cuyo impulso, cualquiera que sea, determina sus movimientos: el deseo instintivo del placer y el gusto reflexivo del bien. Cuando el gusto del bien, que la razón inspira, se apodera del alma entera, se llama sabiduría; cuando el deseo irreflexivo que nos arrastra hacia el placer llega a dominar, recibe el nombre de intemperancia. Cuando el deseo irracional, sofocando en nuestra alma este gusto del bien, se entrega por entero al placer que promete la belleza, y cuando se lanza con todo el enjambre de deseos de la misma clase sólo a la belleza corporal, su poder se hace irresistible, y sacando su nombre de esta fuerza omnipotente, se le llama amor.
(Influencias del amor en la persona)
El que está poseído por un deseo y dominado por el deleite, debe necesariamente buscar en el objeto de su amor, el mayor placer posible.
El hombre enamorado verá con impaciencia a uno que le sea superior o igual para con el objeto de su amor, y trabajará sin tregua en rebajarle y humillarle hasta verle debajo.
Se esforzará en todo y por todo en mantenerle en la ignorancia, para obligarle a no tener más ojos que los del mismo amante, y le será tanto más agradable cuanto más daño se haga a sí mismo.
Para el mismo amante, nada hay que desee tanto como ver a la persona que ama privada de lo más precioso, más estimado, y más sagrado que tiene.
El amante, mientras su pasión dura, será un objeto tan repugnante como funesto; cuando la pasión se extinga, se mostrará sin fe.
Segundo discurso de Sócrates (incluye a Eros y los delirios)
Al delirio inspirado por los dioses es al que somos deudores de los más grandes bienes. Al delirio se han debido las purificaciones y los ritos misteriosos que preservaron de los males presentes y futuros al hombre verdaderamente inspirado y animado de espíritu profético, descubriéndole los medios de salvarse.
Hay una tercera clase de delirio y de posesión, que es la inspiración por las musas; cuando se apoderan de un alma inocente y virgen aún, la transporta y le inspira odas y otros poemas que sirven para la enseñanza de las generaciones nuevas, celebrando las proezas de los antiguos héroes.
Los dioses nos envían esta especie de delirio para nuestra mayor felicidad.
(La naturaleza del alma divina y humana por medio de la observación de sus facultades y propiedades)
Toda alma es inmortal, porque todo lo que se mueve en movimiento continuo es inmortal. El ser que comunica el movimiento o el que lo recibe, en el momento en que cesa de ser movido, cesa de vivir; sólo el ser que se mueve por sí mismo, no pudiendo dejar de ser el mismo, no cesa jamás de moverse; y aún más, para los otros seres que participan del movimiento, origen y principio del movimiento mismo. Un principio no puede ser producido; porque todo lo que comienza a existir debe necesariamente ser producido por un principio, y el principio mismo no ser producido por nada, porque si lo fuera, dejaría de ser principio. Pero si nunca ha comenzado a existir, no puede tampoco ser destruido. Porque si un principio pudiese ser destruido, no podría el mismo renacer de la nada, ni nada tampoco podría renacer de él, si como hemos dicho, todo es producido necesariamente por un principio. Así, el ser que se mueve por sí mismo, es el principio del movimiento, y no puede ni nacer, ni perecer, porque de otra manera el Urano entero y todos los seres que han recibido la existencia, se postrarían en una profunda inmovilidad, y no existiría un principio que les volviera el movimiento, una vez destruido. Lo que se mueve por sí mismo es inmortal, y nadie temerá afirmar que el poder de moverse
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