En Fin

EN FIN…

Enciendo la televisión, suena la voz del periodista, un día más la segunda edición del telediario nos pone en bandeja a las noticias del día.

Millones de personas mueren dentro de esa caja luminosa, y eso que cada vez las fabrican más delgadas, se ve que a los que están dentro les importa más bien poco.

Los medios de comunicación nos informan de que hoy, en exclusiva, han muerto cientos de personas y cada una de ellas de forma diferente: accidentes de tráfico, condenas de muerte, incendios, asesinatos, suicidios, causas naturales… También muestran de forma insensible desahucios, catástrofes, robos, solidaridad, política, corrupción, y una importante bajada de temperaturas, acompañado de precipitaciones en forma de nieve para los próximos días.

Después de haberse enterado alguien de todo esto como puede seguir durmiendo sin ni siquiera pararse a pensar por un momento que en que mañana puede ser él quien aparezca en la caja tonta (que en no sé qué tendrá de tonta).

Pero, por otro lado, imagina por momento que te ocurre algo de lo que anuncian los medios de comunicación, como: “te quedas sin trabajo, dejas de pagar la hipoteca, tu banco pierde tu depósito para urgencias en comprar sellos, te detectan una enfermedad rara…”

¿A que ya no podrías dormir a pierna suelta?

Entonces, como personas que somos, ¿dónde hemos dejado la empatía por nuestros semejantes?

Por un momento hagan un esfuerzo por empatizar con el mundo, comienzo por empatizar conmigo mismo, recuerdo toda mi vida, mis amigos, mis problemas, los problemas de los que me rodean y con quienes comparto mi vida. A continuación, pretendo empatizar además con los que viven en mi ciudad, los que sufren, los que piden en el centro, los que duermen en bancos y cajeros, quienes luchan por su vida en hospitales, y esto lo amplio a toda la península a lo cual sumó los casos de violencia de género y todos los demás tipos de violencia, la corrupción de aquellos quienes dicen luchar por nosotros, la contaminación del medio ambiente y ahora amplio Europa con su crisis económica, las propuestas de recortes de sus gobernantes y los juegos con la economía en la bolsa, lo que también abarca a estados unidos y a toda América, y como fruto de esta magnífica economía la pobreza del hemisferio sur y así ya tenemos englobado a todo el mundo. Después de esto si fuésemos plenamente conscientes de cada una de las cosas que he mencionado estaríamos desbordados, y ¿cómo arreglamos el problema? Con la inconsciencia, en el sentido de sólo ser conscientes de nuestro aquí y ahora, olvidando lo demás y quitándole importancia aquello de lo que somos conscientes. Llegando a este punto, en el que nos damos cuenta de que si conseguimos controlar o la consciencia controlamos nuestra vida que pasaría si controlamos aquello de lo que son conscientes los demás? ¿y sí da la casualidad de

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