En busca de la estrella dorada

''En busca de la estrella dorada''

Todo comenzó en una aldea llamada ‘’Bel Air’’ habitada por una pequeña comunidad y entre ellos destacaba Daysi, una hermosa mujer que con su bondad y alegría le daba un poco de luz a ese lugar tan desolado y triste.

Una mañana Daysi se dirigió al pantano, era su lugar favorito, siempre se sentaba y miraba a lo lejos una estrella dorada y le gustaba imaginar que volaba como un ave y tomaba esa estrella para devolverle esa luz y felicidad que fue robada por un ogro y los tenía como prisioneros, ese día fue uno de tantos que Daysi se marchó triste y derramo una lagrima, pero nunca dejo de tener la esperanza que algún día algo mágico pasara y cambiara sus vidas para siempre.

Al caer la noche Daysi miro al cielo y vio una luna llena resplandeciente y sin pensarlo volvió al pantano, algo dentro de ella le decía que su sueño se haría realidad, la noche era muy fría y el viento golpeaba sobre su cuerpo como si fueran cuchillos, cuando se acercaba al pantano una neblina comenzó a disiparse y descubrió a un hombre muy apuesto llamado James, sus miradas se unieron haciendo que brotara de ellos una intensa luz, los aldeanos salieron de sus chozas y vieron en el cielo muchos destellos como si fueran fuegos artificiales dibujando en sus rostros una gran sonrisa, mientras tanto Daysi y James se consumían en ese fuego llenos de pasión y descubrieron en lo más profundo de sus almas…El amor. Y así se quedaron dormidos siendo testigos una luna y una estrella.

Al despertar James le juro su amor eterno y le prometió que regresaría a su lado cuando tuviera la estrella dorada como prueba y símbolo de su amor y así la desposaría, se despidió de ella con un beso en la mejilla guardando en su mente esa imagen de su amada tan sonriente y llena de esperanza, eso lo motivaría a seguir su camino y cumplir su promesa, mientras tanto Daysi volvió a la aldea a esperar como una novia enamorada.

James emprendió su viaje sin escudo ni espada, teniendo como arma el amor inmenso que sentía.

El camino no fue fácil, encontró a su paso sufrimiento, frio, hambre y sed, al caer la noche solo le bastaba mirar la luna y recordar a su hermosa novia y renacía en el el deseo de luchar contra lo que se interpusiera en su camino y así llego a una escalera que parecía no tener fin, sin pensarlo subió esperando con ansia que al final encontraría tan anhelada estrella, sin aliento llego al final y encontró una cueva, era obscura y tenebrosa, encendió una antorcha y entro con mucha cautela, escucho gritos, lamentos, y voces, pidiendo auxilio, tropezó con rastros de cuerpos mutilados y esqueletos, sintió temor y frio, al pensar que correría la misma suerte de aquellos guerreros que al igual que el buscaban la libertad, pero James sabía que contaba con un arma muy poderosa y ese miedo se desvaneció como la neblina cuando conoció

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