Ensayo Las 7 Lamparas De La Arquitectura
Enviado por fellocastaneda • 31 de Marzo de 2014 • 2.196 Palabras (9 Páginas) • 1.280 Visitas
Capítulo I. La lámpara del sacrificio.
Comenzando el capítulo nos aborda el autor con la diferencia de lo que es la construcción y lo que realmente es la arquitectura, dejando en claro que la realización de edificios y espacios nuevos con solo en concepto de utilidad expuesto en estos es construcción, mientras que “la arquitectura es el arte que dispone y adorna los edificios levantados por el ser humano” refiriéndose a que la arquitectura solo se interesa por los caracteres físicos que están encima de un edificio.
La verdadera arquitectura no se trata de cuanto es lo que haremos, sino como lo haremos, esto es que, debemos concentrarnos en hacer bien las cosas y no pensar tanto en cuanto nos costara; para tener un buen proyecto no se trata de gastar demasiado capital sino de saber cómo hacerlo. Nuestra obligación como arquitectos es saber mediar y si tenemos algo bueno, por muy poca cosa que sea, hacerla lucir. “es mejor una obra inconclusa que mal terminada…”
Esto se logra evitando ver las cosas como “trabajo extra”, y mejor verlas como una forma de no estar decepcionado de lo que es nuestro trabajo y sentirnos cómodos y orgullosos de este.
En un ejemplo que menciona el libro es el uso de la ornamentación haciendo ver que cuando es buena no necesita estar sobrecargada, lo está cuando esta es mala. No necesariamente por estar bien cargada la decoración llama más la atención de la que no lo está, al contrario, la obra que no esta tan recargada es porque tiene algo más valioso que mostrar.
La lámpara de la verdad
“… aunque no seamos capaces posiblemente de dominar una arquitectura buena o hermosa o creativa, si podemos dominar una arquitectura honesta…”
De acuerdo a este autor las mentiras arquitectónicas se pueden dividir en tres categorías:
1. La insinuación de un tipo de estructura o soporte que no es el verdadero.
2. Pintar superficies para representar un material que no es el que en realidad hay (como la marmoración de la madera), o la representación engañosa de ornamentos esculpidos sobre ellos.
3. El empleo de ornamentos de cualquier tipo, hecho a máquina o moldeados.
Hay casos que se pueden excluir como “engaños” ya sea por uso frecuente u otras causas, pero por ejemplo en el caso de los dorados, en arquitectura no se consideran engaños porque bien se sabe que no es oro.
Dejando en claro que “… cuando la mente se informa más allá de la posibilidad de errar en cuanto a la verdadera naturaleza de las cosas no es fraude, sino todo lo contrario, una legitima llamada a la imaginación…” esto quiere decir que no porque algunas cosas aparenten algo hermoso no se pueda disfrutar pensándose como engaño.
Al mismo tiempo mención que “… más vale a veces renunciar a una gracia, o reconocer una debilidad, que alcanzar aquella y ocultar esta por medios que rayan en el fraude…”, esto es que si para lograr una idea por muy bella que sea, si tienes que recurrir al fraude no tendrá el mismo valor, al contrario no la podrás mostrar y tendrá que permanecer oculta.
Sin embargo, por hacerlo más fácil, uno acude a cosas que nos ayudan pero al final siempre terminamos abusando de esto, y deja de ser simplemente una ayuda y el trabajo deja de ser puro, regresado a la lámpara anterior se dice que nosotros como seres humanos nos terminamos tirando a la flojera y dejando todo a lo que pase y como pase, sin preocuparnos siquiera si nuestra comodidad dejara como resultado un buen trabajo. Por estas razones es por lo que la calidad de todo va disminuyendo.
Conforme a las superficies también se pueden crear engaños al inducir creencias de formas o materiales que no existen en el espacio creado.
Sin embargo no siempre cubrir las superficies es ilícito sino que hay casos en donde se puede permitir como por ejemplo en una pared de ladrillo se puede recubrir con estuco para pintar un fresco o algo por el estilo, esto, es sin duda totalmente lícito.
Refiriéndose a todo esto el autor menciona que el verdadero color que se debe de utilizar en la arquitectura es el color natural del material utilizado, ya que esta jamás se va a desgastar o deslavar y será más duradera; por eso se debe tomar en cuenta que no es lo primordial utilizar colores o elementos llamativos en una edificación ya que el tiempo lo degrada dejando al descubierto el material simple con el que se estructuro.
Pedestal de madera pintado tipo mármol. Ejemplo de engaño de superficie el cual se nota a simple vista, dejando que el tiempo y uso marquen detalles de la pintura dejando ver la madera.
Estructuras de acero pre-fabricadas. La utilización de este tipo de estructuras, aparte de ser un engaño estructural, es una completa falta de arquitectura ya que se deja fuera la utilización del diseño y los detalles arquitectónicos hablados en la lámpara anterior.
La lámpara del poder
El libro menciona dos categorías del poder:
La primera es basada en la delicadeza y preciosismo a la cual regresamos porque nos atrae afectuosamente.
La otra tanto por majestuosidad como por misteriosa por la que sentimos el poder espiritual que nos guía hacia ella como la belleza más pura y solemne.
Menciona igualmente que el cuadrado y el círculo, o en volúmenes conocidos como cubo y esferas, son las superficies de poder de más valor entre las limitadas por líneas o curvas respectivamente.
Para poder darle presencia a un edificio por más insignificante que sea, se le tiene que dar un toque de gracia, como lo sería la mampostería por ejemplo, entre más atrevida mejor a los ojos de quien la vea. Así como también darle importancia a la luz ya que también puede ayudar a mejorar el aspecto a una edificación, la tarea del arquitecto es jugar con la idea de llevar la luz y obscuridad a un espacio cuidando la proporción, y él la intensidad de luz que hay durante ese día.
“… no importa cuán toscos, cuán ordinarios sean los medios que proporcionen peso y sombra –un techado inclinado, un portal saliente, un nicho hueco, una galería en voladizo, una gárgola maciza, una ceñuda balaustrada; procúrese oscuridad y sencillez, que todo lo bueno se seguirá en su lugar y momento; proyecte primero con los ojos del búho, ya adquirirá luego los de halcón… ”
La lámpara de la belleza
En valor de la arquitectura depende de dos cualidades:
La primera menciona lo que recibe del poder humano.
La segunda es la otra la imagen que te da la creación natural.
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