Ensayo Simple Sobre La Locura

Partiendo del gran error que comete uno, creyendo que puede librarse de todo con tan sólo negarse a sí mismo, debo decir; ¡Que pedazo de idiota somos! Andamos caminando como si nada nos importase, como si lo que hacemos no repercute en los otros, ahí nos equivocamos porque aunque nos cueste mil veces creer, y digo creer con los ojos de la ciencia, nuestros actos son como las alas de esa mariposa que se baten dulcemente causando un gran terremoto en China. Entonces esa repercusión trae un mal moral, los gritos de la conciencia, que cansada de postulados en pro del bien, recae en esa caja física que es el cuerpo, y la encierra, para que nuestra mente cansada de estas circunstancias renuncie a la cordura y se quede allí, en ese sitio, quizás con temor, porque al caer allí es muy difícil salir, sobre todo si ese pesar que tiene la conciencia, ese mal moral adquirido por no hacer las cosas bien, es muy fuerte. Pero si observamos bien esta locura que nos aqueja, esta situación triste no es producto sino, de todo lo que sabes de esa moral que te construyó tu madre, tu padre, tu bisabuelo y la sociedad que te rodea, entonces tú, el gran pecador, el gran trasgresor de las buenas costumbres, te ves envuelto es esa suprasituación, como dice Karl Jasper, que te enloquece precisamente porque traicionas todo lo que creíste, y piensas que ya no te depara nada, que tu proyecto de vida no existe, porque dejaste atrás lo que querías y ahora te parece difícil y quizás imposible de conseguir, entonces eres llamado loco, te has suscrito en la fila de los pelmazos, y todo porque tu conciencia no aguantó mas la presión de haber trasgredido la ley que tu creías no importaba, pero resulta que de ella dependías, y acá no se trata de estar a favor o en contra de esa ley, se trata de que no lo soportaste y eso cambió tu vida y la de todos, el mal moral y esas prohibiciones de tu conciencia te convirtieron en un loco. Ahora allí dentro de esa caja que llamamos tu cuerpo, estás preguntándote cómo salir, cómo poseer nuevamente todas tus facultades, pero te frustra todo, estas sin control, y por eso las lágrimas que no terminan de salir, porque estas sufriendo allí en tu mazmorra mental o quizás existencial, y aquí estamos un poco aliviando tu peso, buscándole respuestas a tus frustraciones , criticando las costumbres que también nos afectan, pero no hemos conseguido nada seguro aún, simplemente decir que pudo provocar esa ida a la locura, entonces recaigo en la moral, y en que queremos tanto a los demás, que por ellos caemos, por ellos somos idiotas muchas veces y lo seguiremos siendo, porque cuando nos negamos nosotros, a eso que somos, que soy y que eres, negamos a los otros que siguen allí esperando algo de uno, y lo sabemos, tal vez eso sea lo peor, y es imposible, al menos para algunos, ignorar eso completamente. Así que ya tenemos algunas de las cosas que desvían nuestra cordura; el transgredir una ley social (que pensamos

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