Ensayo Sobre La Muerte
Enviado por anfeldark • 26 de Abril de 2014 • 1.082 Palabras (5 Páginas) • 385 Visitas
ENSAYO SOBRE LA MUERTE. Por Andrés Felipe Velásquez Tafur
Que bueno es vivir. Esta realidad, condición inherente a la calidad humana, denota nuestra condición de Ser, soportando de manera tácita el hecho de tener entendimiento. El concepto de mortalidad yace expectante tras bambalinas, sombra cálida y acogedora, manto de noche sin estrellas o averno profundo y sin fondo, en el cuál la nada prevalece. Estas percepciones, subjetivas y morales, pretenden ilustrar la percepción relativa de la realidad de acuerdo al bagaje cultural y emocional del individuo, sus miedos, sus anhelos, sus creencias, englobado en el llamado a la trascendencia, lo cuál nos permite aceptar o rechazar algo determinista, inamovible e inexpugnable, cómo es nuestra mortalidad. Lo anterior se ve reforzado por el libre albedrío, termino filosófico que irónicamente conlleva una realidad inexorable, la no posibilidad de no elegir, paradoja dicotómica en la cuál el hecho de no elegir implica en si una elección. Nacemos, vivimos y crecemos siempre tomando decisiones, nuestros procesos evolutivos son entrópicos, requerimos del conflicto para generar procesos resolutivos que conlleven a generar una nueva idea, a su vez esta idea tendrá su contraparte para generar un nuevo ciclo resolutivo, lo cuál conlleva a la evolución del conocimiento. Y la muerte qué, es un modelo impar, absolutismo forzado, dogma biológico unidireccional, irreflexivo y antinatural de acuerdo a la línea de planteamiento previo. Partiendo de esta reflexión subjetiva y personal, en los siguientes párrafos desarrollaré mi percepción acerca de la muerte de mis pacientes, de mis seres queridos y del final de mi vida de una manera más personal, aportando pensamientos a la muerte en diferentes escenarios.
A mi Muerte. Durante muchos años el concepto de temporalidad biológica me obsesionó, el proceso de sembrar metas en suelo calizo permanentemente me ha inquietado. Para poder realizar este proceso de duelo de manera anticipada, entendiendo la certeza de mi muerte biológica, debe entenderse antes mi concepción de la vida, enmarcada en un pensamiento autocrítico jerárquico, exaltando la ignorancia, el realismo y el espinoso camino de cabras, cómo motores de mis acciones y expectativas inmediatas. Lo anterior sienta los peldaños para oníricas metas mediatas, enmarcadas en el constante sufrimiento del conocimiento, con la consiguiente reacción social entálpica acorde a la magnitud del logro obtenido. Sin embargo, al ser consciente de mi humanidad, deseo generar un proceso de desequilibrio a este sistema, con acciones desproporcionadas al logro obtenido, dando de lo que falta y no de lo que sobra, buscando impredecibilidad. Esto conlleva a un desequilibrio creativo, impredecible y entrópico, no ligado a preceptos morales, lo cuál en contraposición a la teoría del camino medio, pudiese generar felicidad. Basado en lo anterior, no temo a la muerte biológica, la atemporalidad de las ideas trasciende la relatividad del tiempo, no es cuantos años biológicos vivas cómo años de experiencias, aprendizaje y pensamiento tengas. A que temo? A la idea de la nada, del no pensar.
A mi familia. Ellos están en mi y yo estoy en ellos. Esta afirmación aparentemente superflua, engloba todo un proceso de transmisión de conocimientos, experiencias , valores, principios y creencias con la cuál, sin importar la distancia, geográfica o presencia
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