Equidad De Genero

Introducción

Hoy en día, en nuestra familia, nuestro comunidad e incluso en toda la humanidad se ha propagado un gran virus que se aloja en la mentalidad de hombre y mujer, la desigualdad de género, pero este es diferente a los que conocemos común mente, es un mal que no es novedoso sino tiene toda un gestión desde tiempo muy muy remotos, un mal que será difícil vencerlo puesto que todos de alguna manera alentamos a que continúe dicho mal, no porque tengamos esa intención sino que la misma sociedad que desde hace varios años incluso siglos nos a impuesto. Dicho esto al quien tenemos que enfrentar para erradicar este maligno virus es a un mismo, a la sociedad misma.

Al final la equidad de género será posible si todos colaboramos en esta lucha que ya empezaron algunas personas, combatiendo al sexismo, con la infalible necesidad de promover en las mentes de las actuales generaciones y de tantas que viene que tanto la mujer como el hombre tiene las oportunidades de lograr un mismo objetivo

Desarrollo

Frente a la gran problemática establecida como desigualdad de género, donde se pueden distinguir tres grandes vertientes: machismo, feminismo, y sexismo. En donde cada uno es tan importante como maligno.

En nuestro tiempo las tres grandes vertientes mencionadas han tomado un auge bastante marcado. Claro si comparamos los tiempo del siglo anterior con lo del presente se pueden ver cambios incluso mejorar en la materia de acabar con el machismo y por ende al sexismo, u de ellos es ya tan conocida corriente ideológica a favor de la mujer, el feminismo. Pero estos “cambios” simplemente son superficiales, en realidad no se ha logrado un gran cambio significativo en tratar de erradicarlos y alcanzar la equidad de género.

En un mundo totalmente globalizado donde casi tenemos contacto con todo el mundo un relativamente un tiempo muy corto, la combinación de culturas así como costumbres de diferente nacionalidades de alguna manera han alentado el sexismo promoviendo estereotipos nuevos agregados a las ya establecidos. Estos estereotipos impiden alcanzar la equidad de género al imponer conductos muy bien delimitadas. Esto se puede entender mejor cuando observamos más allá de lo que perciben nuestros ojos, por ejemplo: desde tiempo muy remotos, hablando de los años 1700 y 1800 se pensaba que el único que podía trabar era el hombre, el era el única en realizar trabajo pesados y generalmente era quien manda en el hogar, por contraparte la mujer era la ama de casa, era la encargada de cuidar niños así como siempre obedecer a lo que hombre dice. Si analizamos este estereotipos se puede señalar que están bien delimitados los roles del hombre como de la mujer, infiriendo que no existe equidad de género, pero no podemos juzgar al hombre ni mucho menos a la mujer, por un sencilla razón, la sociedad a impuesto esa conducta. Regresando a la actualidad dicho caso ya no se presenta con frecuencia pero si se sabe que sigue existiendo, es de ahí la gravedad de problema, que al trascurrir siglos no hemos sido capaces de solucionar una de tantos maneras en que se estimula la desigualdad de género. Es por eso que se necesita hacer algo inmediatamente y que resultados.

Como se mencionó antes actitudes sexistas así como de desigualdad de género las ha estado impuesta la sociedad, en todo su contexto desde la familia hasta los medios de comunicación, pasan por escuela y comunidad. Porque de alguna manera en cada instancia ya se tiene un rol definido para el hombre y para la mujer, fuertemente influenciado por el género, sexo, machismo y feminismo

GENERO

Hablando de género, que podríamos definirlo como todas aquellas atribución que debe tener el hombre como la mujer todas estas impuestas por la sociedad, y que cada una de estos tributos diferencian el hombre de la mujer, y que muchas de estas son un tanto ilógicas y el que tanto un hombre como un mujer salga de estos atributos inmediatamente pierde su “titulo” por así decir de hombre o mujer, con esto se ve claramente que el género tiene mucho que ver con la desigualdad de género pues el hombre y la mujer debe estar atado a un patrón de actitudes, que dichas actitudes definen que actividades realizaran, por ejemplo: Se tiene acostumbrado que el hombre es identificado con el color azul y la mujer con el color rosa, cuando un hombre se atreve a vestir rosado la comunidad inmediatamente lo rechaza por el estereotipo que se tiene, es si lo analizamos es bastante absurdo pues el que uses un color determinado no definirá si eres mujer u hombre.

Otro muy marcado ejemplo es respecto al cómo deben ser las actitudes del hombre y de la mujer, nuevamente esto está influido por estereotipos, en donde al hombre en la sociedad en general (Escuela, familia, etc.) se le ve como el sexo fuerte o quien sebe ser más brusco, en cambio las mujeres deben ser delicadas y se le considera el sexo débil. En este punto la desigualdad es bastante marcada así como el sexismo, pues considerar que por solo hecho de ser mujer serás débil marca que la sociedad está marcando se le llamaría machismo. Hablan de genero podemos concluir que son aquellas actitudes y atributos que la sociedad tiene marcada para el hombre y la mujer, y que existe mucho sexismo en ellos, por lo que es muy imperante buscar alternativas de solución, que se presentara más adelante.

En la cuestión de genero se puede observar que las atributos que se le dan para el hombre o para la mujer pueden encajar perfectamente con el sexo opuesto, con esto quiero decir que retomando el ejemplo de color rosa y azul, un mujer puede usar perfectamente azul y seguirá siendo mujer al igual que el hombre al usar rosa no significa que deja de ser hombre, esto nos hable un panorama de que lo que el género nos dicta son simplemente estereotipos que debemos romper, pues funcionan perfectamente (no todos) en ambos sexos.

SEXO

En la cuestión de sexo, que podemos definirlo como todas aquellos atributos biológicos que distinguen el hombre como la mujer, pasando desde complexión hasta aparatos reproductores.

El analizar con el sexo puede influir en el sexismo y por ende en la desigualad

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