Esfuerzo y Excelencia

Esfuerzo y Excelencia.

En la actualidad se escucha a diario hablar sobre la perdida de los valores en las nuevas generaciones y en un mundo tan cambiante, sin pausas y en plena transformación, valores como el esfuerzo y la excelencia son más necesarios que nunca. Tratar de encontrar un equilibrio entre estos dos valores se vuelve una tarea un tanto complicada, el conformismo de la sociedad actual es enfermarte. Donde muchas veces, se culpa al otro para no asumir que no somos capaces o no nos esforzamos lo mínimamente requerido. Si definimos estos valores, el esfuerzo es algo fundamental para la consecución de los valores, cualquier valor que queramos conseguir en la vida lleva consigo un esfuerzo propio. Y la excelencia es una virtud, un talento o cualidad, lo que resulta extraordinariamente bueno y también lo que exalta las normas ordinarias. Es también un objetivo para el estándar de rendimiento y algo perfecto.

De esta forma, considero que la frase tan repetida pero tan certera: todo esfuerzo tiene su recompensa, debiese ser un slogan de vida. Hay personas que eligen este slogan como una forma de vida y son personas que saben de la importancia de conocerse a uno mismo, que mantienen vivo el espíritu de superación y que cada día se esfuerzan por dar lo mejor de ellas mismas. Buscar la excelencia personal no significa ser arrogante ni estar por encima de los demás, sino que se trata de rendir al máximo en la carrera de la vida, en la cual no se compite con otros, sino con uno mismo. Cuando uno vive en un continuo afán de superación se convierte en una fuente de inspiración para otros que, como uno, ansían ser felices durante el camino.

Mi experiencia personal está basada en el esfuerzo, nacida y criada en una familia numerosa, en un pueblo costero, pequeño y donde las oportunidades para seguir la educación superior eran solo para los privilegiados. A pesar de las adversidades de mi crianza, desde que tengo memoria, siempre me han alentado a practicar la excelencia en todas las cosas que haga. Mis padres hicieron todos los esfuerzos posibles para garantizar que me convirtiera en una persona con valores. Pero no fue suficiente para seguir un camino a la vida universitaria y fue así, como comprendí que el esfuerzo es la base del éxito para todo aquello que nos propongamos en la vida y cumplirlo con la mayor excelencia posible solo dependerá de cuanto esfuerzo pongamos en aquello.  Actualmente, curso una carrera en la educación superior, después de muchos años de haber terminado la educación media y si bien me ha costado encontrar formas de estudio, adecuarme a los nuevos tiempos y horarios, estoy absolutamente convencida que los resultados de cada evaluación solo dependerán del esfuerzo que yo como estudiante dedique a mis estudios. Muchas veces nos sentimos frustrados por que tenemos bajas calificaciones, pero debemos preguntarnos lo siguiente: ¿estudié lo suficiente? ¿hice mi mayor esfuerzo? ¿alcanzaré la excelencia si no doy mi 100 %? Son interrogantes que me he hecho cada vez que me ha ido mal y me he esforzado para mejorar.

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