Estructuras De Enunciación Y Formatos De Realidad: Aproximación A Los géneros Discursivos Como Espacios De Identidad.
Enviado por fuacuna • 21 de Junio de 2012 • 2.304 Palabras (10 Páginas) • 895 Visitas
La pregunta por el cómo opera el discurso en la constitución de identidades apunta al mecanismo mediante el que los sujetos se constituyen y son constituidos. Si se considera la pedagogía como una disciplina que estudia las dinámicas sociales e individuales subyacentes al fenómeno de la educación, entonces abordar los procesos de subjetivación permite hacerse cargo de las problemáticas propias a la construcción de la alteridad. De este modo, el entendimiento de las prácticas discursivas, en que surge y se refuerza la idea de "diferencia", adquiere un cariz políticamente potente. El ejercicio político -en el complejo sentido de concebir la academia, la docencia y el conocimiento como distintas manifestaciones del mismo asunto- se encarna desde la experiencia en cuanto las teóricas fronteras disciplinares son forzadas con cada nuevo espacio de aproximación. Entonces trabajar el tema de la no pertenencia o no legitimidad en el uso de los espacios cobra sentido. Por otro lado, provoca interés la cuestión acerca de cómo las estructuras de enunciación inciden en las concepciones de realidad: quienes pueden habitar en dicho espacio entre la manera de entenderse y constituirse a uno mismo tiene relación con el generar vínculos de pertenencia e identidad. En función de lo anterior es que se planteará en el presente ensayo que el acto de enunciar constituye, a raíz de la estructura relativamente estable del discurso, una práctica de significación mediante la cual, por medio del citar categorías de subjetivación, las identidades son creadas y leídas. Se tratará de articular nociones sociolingüísticas desde los trabajos de B. Bernstein (1974) y perspectivas de análisis postestructuralistas (Popkewitz, 2000, y Briones, 2007) para reconceptualizar las nociones de Poder, Discurso y Soberanía en la constitución identitaria.
Bajtín (2005) muestra –desde su planteamiento que presenta los géneros discursivos como estructuras de enunciación- que “la misma correlación entre los géneros […], y el proceso de la formación histórica de éstos, proyectan luz sobre la naturaleza del enunciado (y ante todo sobre el complejo problema de la relación mutua entre el lenguaje y la ideología o visión de mundo)” (p. 250). Es, por tanto, adecuado considerar que resulta imposible separar la realidad -objetiva, fenomenológica- de la arquitectura simbólica que la representa (esto es, la enunciación). Así como las estructuras estables de enunciados se mantienen en el tiempo en función de un determinado orden contextual, este orden se ve articulado por los modos en que dicha representación genera una determinada manera de concebir y crear la realidad. Por tanto, la disociación entre realidad y representación se vuelve ilusoria o simplemente metodológica. Considerar las estructuras discursivas en la creación de identidades resulta pertinente pues, de acuerdo al mismo Bajtín (2005) “los cambios históricos en los estilos de la lengua están indisolublemente vinculados a los cambios de los géneros discursivos (…). Los enunciados y sus tipos, es decir, los géneros discursivos son correas de transmisión entre la historia de la sociedad y la historia de la lengua” (p. 254).
Un primer modo de aproximación a las relaciones entre estructuras discursivas y estructuras de relaciones intersubjetivas se establece en la obra de Bernstein (1974) en torno a las relaciones de clase social y sofisticación enunciativa en escuelas británicas. De acuerdo a su planteamiento “se pueden distinguir dos tipos de código: elaborado y restringido” (p. 125), y por tanto se puede hacer una primera inferencia entendiendo que distintos modos de enunciar implican distintas relaciones en los espacios institucionales. Al respecto, el mismo Bernstein muestra cómo esta estructuración no solo organiza los modos de “hacer en” los espacios sino el cómo los sujetos se relaciones entre sí:
Two general linguistic codes of speech-system have been discussed, their social origins explored and their regulative consequences briefly discussed. It is thought that the theory might throw some light on the social determinants of educability. Where a child is sensitive to an elaborated code the school experience for such a child is one of symbolic and social development; for the child limited to a restricted code the school experience is one of symbolic and social change (p. 136).
Es posible entender hasta el momento que los modos de enunciación se articulan en códigos, cuya capacidad de estructurar realidades hace que operen códigos sofisticados y códigos restringidos, lo que se traduce en realidades legítimas y realidades marginadas. Esta distinción (legítimo/marginal) opera en función de la elaboración del código y por tanto, dada la relativa estabilidad de las estructuras lingüísticas, el sistema “legítimo/marginal” se reproduce y sostiene tanto a nivel verbal como pragmático a través del tiempo.
Si se considera la relación que opera entre las estructuras enunciativas y las estructuras sociales, en conjunto con el carácter indisociable de la realidad con la arquitectura simbólica que la representa, es que se hace necesario un modo de concebir la identidad ya no como esencialmente constituida ni como una construcción social absoluta, pues ambos aspectos por sí mismos no darían cuenta de la complejidad de los procesos de subjetivación. Estas dimensiones (constitución social – constitución narrativa) han de ser repensadas en una estructura de pensamiento y una estructura teórica que permita dar cuenta de la “suturación” de ambos entramados. Briones (2007) describe lo anterior de la siguiente manera:
En los temas que nos ocupan, un punto de partida semejante me lleva a postular que los sujetos se articulan como tales a partir de un trabajo de identificación que opera suturando identidades personales y colectivas (para sí y para otros), pero no lo hacen simplemente como a ellos les place, pues su trabajo de articulación opera bajo circunstancias que ellos no han elegido (p. 59).
Los modos de operar de las estructuras de enunciación -en adelante, discurso- y su capacidad para crear/representar realidades se traduce en sistemas de identidades a performar por el sujetos (performatividad). Esto, asociado a la reproducción del privilegio inherente a ciertos códigos discursivos, viene a generar los sistemas dicotómicos de realidad en los que se entiende al sujeto como categorizado en una relación de poder y sujeción a modos de encarnar subjetividades.
Lo anterior puede ser leído como una invitación a abandonar la consideración de las relaciones de Poder en las estructuras de organización social, pues la constitución identitaria vendría a responder a un terreno propiamente discursivo y lingüístico. Entonces, es necesario hacer la siguiente salvedad:
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