Etica De Las Virtudes Aristoteles
Enviado por faby143 • 26 de Mayo de 2014 • 758 Palabras (4 Páginas) • 442 Visitas
La Ética de la virtud es la corriente de estudio de la moral que parte de que esta surge de rasgos internos de la persona, las virtudes, en contraposición a la posición de la deontología -la moral surge de reglas- y del consecuencialismo -la moral depende del resultado del acto-. La diferencia entre estos tres enfoques de la moral se basa más en la forma en que los dilemas morales son abordados que en el alcanzar o no una conclusión moral.
Por ejemplo, un consecuencialista puede argumentar que mentir es malo debido a las consecuencias negativas producidas por mentira, a través de un consecuencialista podrán permitir que determinadas consecuencias previsibles podrían hacer aceptable mentir. Un deontólogo podría argumentar que la mentira siempre es mala, independientemente de cualquier posible "bien" que podría venir de la mentira. Un experto en ética de la virtud, sin embargo, se centran menos en la mentira en un caso particular, y en lugar de considerar la decisión de decir una mentira o no decir una mentira analiza el carácter y la conducta moral. Como tal, la mentira se haría en una base caso por caso, que se basa en factores tales como el beneficio personal, el beneficio del grupo, y las intenciones (en cuanto a si son benévolos o malévolos).
Las virtudes éticas
A lo largo de nuestra vida nos vamos forjando una forma de ser, un carácter (éthos), a través de nuestras acciones, en relación con la parte apetitiva y volitiva de nuestra naturaleza. Para determinar cuáles son las virtudes propias de ella, Aristóteles procederá al análisis de la acción humana, determinando que hay tres aspectos fundamentales que intervienen en ella: la volición, la deliberación y la decisión. Es decir, queremos algo, deliberamos sobre la mejor manera de conseguirlo y tomamos una decisión acerca de la acción de debemos emprender para alcanzar el fin propuesto. Dado que Aristóteles entiende que la voluntad está naturalmente orientada hacia el bien, la deliberación no versa sobre lo que queremos, sobre la volición, sino solamente sobre los medios para conseguirlo; la naturaleza de cada sustancia tiende hacia determinados fines que le son propios, por lo que también en el hombre los fines o bienes a los que puede aspirar están ya determinados por la propia naturaleza humana. Sobre la primera fase de la acción humana, por lo tanto, sobre la volición, poco hay que decir. No así sobre la segunda, la deliberación sobre los medios para conseguir lo que por naturaleza deseamos, y sobre la tercera, la decisión acerca de la conducta que hemos de adoptar para conseguirlo. Estas dos fases establecen una clara subordinación al pensamiento de la determinación de nuestra conducta, y exigen el recurso a la experiencia para poder determinar lo acertado o no de nuestras decisiones. La deliberación sobre los medios supone una reflexión sobre las distintas opciones que se me presentan para conseguir
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