Etica Para Amador

Hay cosas que solo hacemos por hacerlas y no porque en realidad tengamos esa necesidad de hacerlo, como en el capítulo I se menciona que hacemos las cosas solo para conseguir un puesto de trabajo y con este ganarte la vida, pero en realidad la mayoría de las personas no lo hacen porque sea lo que realmente les apasione sino solo porque es lo más fácil o lo menos complicado. Un claro ejemplo de esto sería en la situación en la que personalmente me encuentro pues, no sé qué carrera elegir, la facultad de comunicación o la escuela normal, porque en la primera opción yo tendría que empezar desde muy abajo mientras que en la segunda, mi futuro (por así decirlo) está asegurado, por el hecho de que mi familia está dentro de ese medio. Pero el “problema” está en elegir alguna de estas dos opciones, en la que tendré que batallar o en la que mi futuro ya está asegurado. A veces debemos escuchar a tu corazón y a tu mente, que por trabado que se escuche, es lo más sencillo porque a final de cuentas la persona que vivirá esas experiencias serás tú mismo y no las demás personas, pues ellas solo serán pasajeros que pasaran por tu vida. El capítulo I es lo que quiere dar entender en sus líneas, que puedes hacer las cosas o no hacerlas porque tú tienes esa LIBERTAD de decidir emprender una cosa o no. Ese es el tema central “la libertad”, esta no significa que podamos hacer exactamente todo lo que queramos hacer, puesto que hay ciertas reglas que no se deben infringir, sino que a lo que se refiere el autor es a que tú tienes una capacidad que otros organismos vivos no tienen (los animales, por ejemplo) es el decir sí o no dependiendo de lo que tu creas más conveniente y favorable para ti. Cosa que los animales no pueden hacer ellos no pueden decir, sabes que hoy no quiero hacerlo, o no ya no quiero hacerlo, ellos nacen con un objetivo, con un tarea específica que sin más ni más deben cumplir, porque es su deber, mientras que en los humanos podemos elegir si queremos cumplir un objetivo o no hacerlo, porque tenemos esa oportunidad de decidir libremente, y es aquí donde la libertad se aplica. Volviendo a mi situación personal, yo tengo la libertad de elegir lo que a mí me favorezca lo que mejor me convenga y no lo que las demás personas me digan que haga, porque si no estaría aplicando esa libertad que tenemos, esa oportunidad de saber decir que quieres o no hacer algo. Claro, es obvia que cuando tomes tus decisiones con esa libertad, sean acompañadas de responsabilidad y de amor, tener esa pasión.

Savater, en el capítulo II habla sobre la costumbre, las órdenes y los caprichos. Las costumbres y las órdenes, se puede decir que está ligada una de la otra, pues las órdenes son cosas que se te mandan hacer y las costumbres son cosas que debes hacer aunque no sean exactamente una orden, pero en fin es algo que debes seguir. Mientras que los caprichos son cosas que haces porque a ti se te antojo o porque simplemente se te dio la gana.

Tal vez para ti las ordenes y las costumbres son cosas que se te hacen tediosas cumplir porque `se te mando hacer` no porque tú en realidad lo quieras hacer. Fernando cita a Aristóteles, planteando su ejemplo, en el que un capitán de un barco se encuentra en un dilema: tirar la importante carga por la borda o salvar a su tripulación (esto ocasionado por una tormenta)… a veces no sabemos cómo reaccionar, porque nos encontramos en situaciones difíciles en las que no sabemos si cumplir con lo que creemos que debemos hacer (la orden que se te mando) o hacer lo que tú crees más conveniente (tus costumbres, ¡tú ética!), esta es la misma situación en la que ese capitán del barco se encontraba. Si hacemos lo que creemos conveniente tal vez para unas personas sería lo más irreverente posible mientras que para otras fue lo mejor que pudiste haber hecho. Y aquí en la que te das cuenta que no hay nada mejor en hacer lo que tú crees que es mejor para ti, ya que a la personas nunca las tendrás contentas. Todo estará bien mientras tú creas que lo que hiciste está bien. Pues aquí es donde volvemos a la parte de la libertad en la que decides o no hacer ciertas cosas. Si nos ponemos a pensar 2 veces las cosas en lugar de hacerlas rápido, entraremos en dilemas o preguntas que no sabremos como contestar en ese momento y así será más complicado realizar la función que en ese momento urge saber. Así que debes hacer las cosas por el hecho de que tú crees que es factible para ti y no porque a las demás personas les pareció que eso era lo más conveniente, pues quien más va a saber que es bueno para ti y que no, si no tú, tu eres el único que sabe que debes y no debes hacer.

En el capítulo siguiente que con el título te das cuentas de que tratara (haz lo que quieras); aquí se menciona sobre garagantua que decide fundar una orden un tanto religiosa, en la que llevan (por decirlo así) como lema “haz lo que quieras” ,lo que este personaje pretendía era explicar que cada uno tiene la decisión de hacer lo que quiere, no del hecho de haz todo lo que se te venga a la mente, porque si no ese `haz lo que quieras` se convertiría en un “capricho”. A veces es necesario hacer lo que uno quiere sin pasar esa delgada línea y convertirlo en capricho. En otras ocasiones las personas hacen algo solo por querer recibir un premio o por cumplir lo que otra persona no pudo cumplir. Si volvemos a mi caso personal te podría decir que a veces por presión de las personas que te rodean les cumples eso que te piden, pero llega un momento en el que te olvidas de ti solo por hacer lo que otros creen que es más conveniente para ti. Debemos de saber decir “no, no quiero esto. Quiero aquello” porque si no estaríamos cumpliendo como un capricho que las otras personas quieren. Como ya lo mencione, cada quien sabe lo que necesita, lo que quiere, o lo que le gusta. Tú y nadie más que tú lo sabe, por lo tanto nadie puede interferir en esa libertad que tienes. También se menciona que no hay un orden o unas reglas que seguir para saber si eres un buen ser humano, porque por ejemplo podemos calificar como buen futbolista a aquel que consigue anotar goles sin cometer tantas faltas o a un auto podemos decir que es bueno por las peculiaridades que tiene, como un motor que no se descompone o que gaste poca gasolina. Pero en si no existe un modelo `bueno` de un ser humano al que debamos seguir para poder decir que eres un buen ser humano. O en ocasiones te sucede que quieres hacer algo bueno pero tu resultado es todo lo contrario o viceversa, que hagas algo `malo` y al final sin querer queriendo hiciste algo bueno por la sociedad.

¡Date la buena vida! Es el nombre del capítulo IV el cual te puede confundir un poco puesto que en el capítulo anterior te dice que hagas lo que quieras, y esto suena como que si te estuvieran dando una orden cuando lo que en realidad el autor quiere

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