Etica Y Moral
Enviado por johannariera • 3 de Septiembre de 2012 • 3.037 Palabras (13 Páginas) • 455 Visitas
Ética y Moral ¿Qué es ética y que es moral? ¿Son lo mismo o hay que hacer distinciones entre ellas? Hay mucha confusión acerca de esto.
Tratemos de aclararlo. En el lenguaje corriente e incluso culto, ética y moral son sinónimos. Así decimos: "aquí hay un problema ético" o "un problema moral". Con eso emitimos un juicio de valor sobre alguna práctica personal o social, si buena, mala o dudosa.
Pero profundizando la cuestión, percibimos que ética y moral no son sinónimos. La ética es parte de la filosofía. Considera concepciones de fondo, principios y valores que orientan a personas y sociedades. Una persona es ética cuando se orienta por principios y convicciones. Decimos entonces que tiene carácter y buena índole. La moral forma parte de la vida concreta. Trata de la práctica real de las personas que se expresan por costumbres, hábitos y valores aceptados. Una persona es moral cuando obra conforme a las costumbres y valores establecidos que, eventualmente, pueden ser cuestionados por la ética. Una persona puede ser moral (sigue las costumbres) pero no necesariamente ética (obedece a principios).
Estas definiciones, aunque útiles, son abstractas porque no muestran el proceso, cómo surgen efectivamente la ética y la moral. Y aquí los griegos pueden ayudarnos.
Ellos parten de una experiencia de base, siempre válida, la de la morada entendida existencialmente como el conjunto de las relaciones entre el medio físico y las personas. Y llaman a la morada, "ethos" (con e larga en griego). Para que la morada sea morada, hay que organizar el espacio físico (cuartos, sala, cocina) y el espacio humano (relaciones de los moradores entre sí y con sus vecinos) según criterios, valores y principios para que todo fluya y esté como se desea. Eso da carácter a la casa y a las personas. Los griegos también llaman a esto "ethos". Nosotros diríamos ética y carácter ético de las personas.
Además, en la morada, los moradores tienen costumbres, maneras de organizar las comidas, los encuentros, modos de relacionarse, tensos y competitivos o armoniosos y cooperativos. A esto los griegos también lo llamaban "ethos" (con e corta). Nosotros diríamos moral y la postura moral de una persona.
Sucede que esas costumbres (moral) forman el carácter (ética) de las personas. Winnicot, continuando a Freud, estudió la importancia de las relaciones familiares para establecer el carácter de las personas. Éstas serán éticas (tendrán principios y valores) si han tenido una buena moral (relaciones armoniosas e inclusivas) en casa.
Los medievales no tenían las sutilezas de los griegos. Usaban la palabra moral (viene de mos/moris) tanto para las costumbres como para el carácter. Distinguían la moral teórica (filosofía moral), que estudia los principios y las actitudes que iluminan las prácticas, y la moral práctica, que analiza los actos a la luz de las actitudes y estudia la aplicación de los principios a la vida.
¿Cuáles son la ética y la moral vigentes hoy? Las del capitalismo. Su ética dice: bueno es lo que permite acumular más con menos inversión y en el menor tiempo posible. Su moral concreta reza: emplear la menor cantidad de gente posible, pagar menos salarios e impuestos y explotar mejor la naturaleza. Imaginemos cómo sería una casa y una sociedad (ethos) que tuviesen tales costumbres (moral/ethos) y produjesen caracteres (ethos/moral) igualmente conflictivos. ¿Sería todavía humana y benéfica para la vida? Aquí está la razón de la grave crisis actual.
El valor moral de la persona
De todos los seres vivos que existen en la tierra, sólo el hombre es persona y posee libertad, o sea, poder elegir o no elegir. Al tener esta capacidad existe la inteligencia, y gracias a estas cualidades, el hombre entiende un tipo de realidad.
El ser libre se da para que el hombre cumpla sus exigencias éticas y logre desarrollar su inteligencia y su libertad.
Para algunos autores, el hombre no es realmente libre, ya que éste hace las cosas por necesidad, responsabilizándose de sus propias acciones, las cuales tienden al bien.
A esta libertad del hombre se le llama derechos humanos o derechos naturales. Algunos más importantes son el derecho a la vida, respeto a la persona, libertad de expresión, derecho a educación, etc., y están por encima de cualquier régimen político y sirven de criterio para juzgar la moralidad de las instituciones sociales, económicas y políticas.
Todo ser humano vive en una sociedad, es decir que no puede vivir sin los otros, ya que por naturaleza el hombre es social. Gracias a esta sociedad, se ha logrado transmitir a través de las generaciones anteriores, una cultura, como lo es la lengua, la vestimenta, los alimentos, las artes, etc.
Una sociedad está formada por personas, que se pueden definir como seres subsistentes espirituales que poseen una dignidad óntica y una dignidad ética.
La dignidad óntica se funda en el ser, siendo diferente por derecho propio. Esta se caracteriza por ser original, en el instante de la fecundación, ser gratuita, ser imperdible e incomunicable, ya que cada uno posee un valor infinito y absoluto.
La dignidad ética se deriva del comportamiento y la conducta de la persona; se funda en el hacer. La vida humana es un crecimiento con la intención de mantener su unidad e integridad. Sin éstas, la persona se pierde en medio del universo biológico, abdica de su independencia y se desintegra.
La dignidad ética se caracteriza por el dinamismo, a través de la actuación humana, el crecimiento o decrecimiento, a través del enriquecimiento personal, la posibilidad de perderla, a través de actos indignos.
El hombre digno se fundamenta en su origen, gracias a Dios en el cuerpo recién concebido. Su naturaleza, no sólo por su anatomía o fisiología, sino por ser expresión del alma que deriva dignidad del hombre. El actuar, su destino y la desgracia santificante o divinizada, adquiriendo categoría de hijo adoptivo de Dios.
Existen posturas atentatorias a la dignidad de la persona, como la corporcista que define al hombre como un complejo de tejidos, órganos y funciones. La capitalista trata al hombre como un productor - consumidor de bienes y servicios. La consumista o hedonista hace propaganda de los valores placenteros, excitando los instintos y tendencias del goce. La demograficista haciendo campañas contra la natalidad. El aborto que es un asesinato, aunque pueda ser un aborto procurado directo (aborto terapéutico), cuando se busca la muerte del feto para conseguir la salud de la madre, por ejemplo; o indirecto, cuando es previsto pero no querido.
Estas posturas refieren al mal entendimiento de la dignidad ya que el hombre posee un bien y un fin propio, el cual
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