Etica de la virtud; primer paradigma y sus consecuencias

Ética de la virtud; primer paradigma y sus consecuencias

Entiéndase libertad como la capacidad del ser humano de tomar una decisión a su disposición tomando a su vez en cuenta las consecuencias de esta, además de la responsabilidad que pudiese implicar. Por otro lado la ética de la virtud tiene un enfoque que apunta a que no deberíamos tener en cuenta que haría del mundo un lugar mejor o que normas debiésemos obedecer, sino más bien el rol ético que queremos desempeñar dentro de una sociedad como agente moral. Es decir, es más importante nuestro interior y la solidificación de un carácter moral a la preocupación de lo que han establecido distintos agentes y leyes impuestas por personas en el pesado al momento de actuar éticamente.

Relacionando los dos conceptos mencionados anteriormente se puede extraer que la libertad otorga, al ser, la validación y el respaldo al momento de querer actuar como cierto agente moral dentro de una sociedad, además otorga cierto compromiso al actuar y hacerse responsable de sus actos con respecto a cómo podría afectar esto al entorno. Dentro del actuar, podríamos considerar que el hecho de que tu acción persiga un objetivo perjudicial hacia algún personaje dentro del entorno significa actuar mal o hacer el mal. Para considerar algo perjudicial o malo es necesario atenerse a parámetros éticos.

Sobre la Ética de la virtud cabe mencionar que el carácter virtuoso de esta es afectado por la formación de la persona en cuestión. Es decir, la formación es el principal agente que determina lo que llevamos dentro, lo que creemos que es lo mejor. Entonces, quienes formen a una persona son los principales responsables de lo que el desempeñe en su proceso de madurez ética. Esto conlleva un ciclo que podría ser perjudicial para la sociedad, pues la formación de la persona podría ser no la más correcta, por lo que al llegar a la madurez ética y empezar a cumplir el rol de agente moral, se repetiría el proceso de formación “incorrecta” de otra persona en proceso de maduración.

Personalmente creo que la forma precisa de establecer lo éticamente correcto es atreves de la sociabilización, es decir, que entre las personas que formamos una sociedad se converse y debata sobre lo que es correcto y no lo es, y así formar una serie de parámetros que debiesen ser considerados al momento de hacer el bien.

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