FILOSOFIA
Enviado por yeritzalinares31 • 16 de Enero de 2015 • 3.023 Palabras (13 Páginas) • 245 Visitas
CONCEPTUALIZACIONES NOMINALES DE LA FILOSOFÍA ANALÍTICA
Es una observación común la de que el verdadero conocimiento de las cosas sólo se logra con la experiencia de su frecuente trato, cuando hemos llegado a adquirir con ellas una cierta connaturalidad, por la que efectiva y propiamente se realiza su personal asimilación. Esto, que en general acontece en todo orden de asuntos, vale, de una manera especial, para la esfera de los conocimientos científicos, que son los más difíciles de conseguir. Dé ahí que la comprensión de la naturaleza y sentido de una ciencia sea más un resultado tardío y reflexivo -sobre la base de un previo cultivo de la misma-, que no una labor enteramente apriorística y montada al aire.
Sólo, pues, tras haber filosofado, y no de cualquier modo, sino de una manera insistente y tenaz, puede llegarse a la posesión de una idea auténtica, realmente vivida, de lo que es la filosofía. Sin embargo, tan cierto como esto es que, sin una idea previa, todo lo modesta que se quiera, de lo que es una determinada actividad científica.
En general, toda definición puede verificarse de una doble manera: como definición nominal o como definición real, según se atienda, respectivamente, a la palabra o nombre con que designamos a una cosa, o a la propia y formal constitución, cuya esencia se busca, de la cosa nombrada. La definición nominal ofrece, pues, la significación de una palabra; en tanto que la definición real es expresiva de la esencia de una cosa.
Conviene, pues, que antes de elucidar la noción esencial de la filosofía, se considere aquí la significación de la palabra con la cual la nombramos. Pero la propia definición nominal es susceptible, a su vez, de dos modalidades: la etimológica y la sinonímica, según que el método de que nos valgamos para manifestar la significación de un término sea el recurso a su origen, o la aclaración por otras voces más conocidas y de pareja significación.
Con estas consideraciones, Ockham, no pretende combatir el orden moral establecido por Dios, sino resaltar su libertad y omnipotencia frente al entendimiento humano. Ockham resalta, en contraposición al Dios del entendimiento, propugnado por agustinianos y tomistas, el Dios de la voluntad de designios inexcrutables para nuestro entendimiento, en el cual tan sólo podemos creer, pero nunca conocer.
El nominalismo eliminará las zonas de intersección entre la razón y la fe, siendo diferentes tanto sus fuentes de información como sus contenidos. Al separar los dos ámbitos se hace imposible todo tipo de demostración sobre la existencia de Dios o sus atributos, a los cuales sólo nos podemos acercar por la fe. Como afirmaba Tomás para demostrar la necesidad de la existencia de Dios, que todo efecto tiene una causa, pero esto no basta para afirmar cuál sea esa causa en cada caso. Para el nominalismo sólo cabe un conocimiento humano: aquél que se basa en la observación de las causas concretas de los fenómenos naturales. Por ello, si bien podemos decir que tiene que haber una primera causa de la que procede el universo, sin embargo, no podemos concluir a partir de nuestra observación que esa causa sea el Dios creador de la fe cristiana.
Esta nueva visión de lo que es cognoscible racionalmente se debe a la crítica que el nominalismo hizo a la teoría medieval del conocimiento, la cual, procedente de Platón y Aristóteles, afirmaba que sólo había conocimiento de las formas universales y nunca de los individuos concretos. El realismo exagerado inventa un mundo de realidad que corresponde exactamente a los atributos del mundo del pensamiento. Nominalismo, por el contrario, los modelos de concepto sobre el objeto externo, que tiene que ser individual y particular. Nominalismo en consecuencia niega la existencia de conceptos abstractos y universales, y se niega a admitir que la inteligencia tiene el poder de engendrar ellos. Lo que se llaman ideas generales son sólo nombres, denominaciones verbales simples, que actúa como etiquetas de una colección de cosas o una serie de eventos en particular. De ahí el término nominalismo. Ni el realismo ni exagerada nominalismo encuentra ninguna dificultad en establecer una correspondencia entre la cosa en el pensamiento y la cosa que existe en la naturaleza, ya que en formas diferentes, ambos postulan una perfecta armonía entre los dos. La verdadera dificultad aparece cuando asignamos los atributos distintos a la cosa en la naturaleza ya la cosa en el pensamiento, si sostenemos que la una es individual y la otra universal. Surge entonces una antinomia entre el mundo de la realidad y el mundo representado en la mente, y nos lleva a preguntar cómo la noción general de la flor concebida por la mente es aplicable a las flores en particular y determinada de la naturaleza.
Con el término nominalismo se designa a una doctrina filosófica según la cual los universales o conceptos generales son simples términos abstractos que designan conjuntos más o menos vastos de realidades individuales.
El nominalismo niega, por consiguiente, que los universales puedan subsistir como realidades anteriores o independientes, puestas en las cosas o fuera de ellas, y en la medida en que tiende a considerar como reales únicamente a las individualidades concretas pone en duda la misma posibilidad de conceptos universales.
El término nominalismo fue utilizado por los historiadores de la filosofía para indicar una solución particular a la disputa sobre los universales, que se mantuvo durante el siglo XII entre los pensadores escolásticos; sin embargo, el problema de los universales representa una de las cuestiones constantes en la historia de la filosofía; el primer debate entre soluciones nominalistas y realistas tuvo lugar entre los sofistas (Gorgias y Antístenes) y la escuela platónica. En el ámbito dé la filosofía antigua, la contribución principal a la elaboración del nominalismo se debe a la escuela estoica con la definición del significado de los términos, significado que se distingue del simple sonido sensible como algo abstracto.
LA ESPECULACIÓN FILOSÓFICA
Si se equipara especulación a teoría, ocupa el primer lugar en la clasificación que hace Aristóteles de las ciencias. Aristóteles se refiere al conocimiento teórico, contemplativo y especulativo como el más grato y el mejor (Metafísica) y a la contemplación como el fundamento de la felicidad (Ética a Nicómaco). En el mundo romano es donde la palabra especulación adquiere un leve significado peyorativo, al considerarla una actitud desinteresada y poco cívica, ya que el que se detiene a especular no atiende los asuntos públicos, que para los romanos son prioritarios. Los filósofos de la Edad Media distinguen la especulación de otras actividades
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