Filosofia,. Paradigma Actual

El pluralismo moral

Una sociedad que se base en la tolerancia y la aceptacion, donde no exista un codigo moral unico (una forma de ser feliz, una forma de ver el mundo), sino donde los ciudadanos profesan diversos codigos morales

¿Vivimos hoy en día en una sociedad dónde existe pluralismo moral?

¿Vivimos en un pluralismo moral?

Veamos:

Cuando nos enfrentamos a esta realidad en la que nos encontramos con el Otro, es decir, con esa persona distinta a nosotros podemos reaccionar de tres formas distintas:-

- Hacer la guerra

- Aislarse de lo distinto

- Diálogo

La necesidad de elegir entre esas opciones se le planteó a nuestros ancestros hace miles de años y hoy se nos plantea a nosotros. Desde que el hombre se dio cuenta que no estaba solo en el mundo ha tenido que plantearse estas tres opciones.

1. Hacer la guerra.

Podemos tomar el encuentro con la persona distinta como un duelo o un conflicto, una guerra. No solo no aceptamos al Otro ni sus ideas si no que por distintas razones, por miedo por vanidad…, sino que queremos su destrucción, queremos aniquilar esa otra forma de ver el mundo para hacer como que no existe, que no ha pasado y que no nos tenemos que platearnos sus ideas o que hace peligrar nuestra estabilidad moral.

Como dice en la frase: esto muestra el fracaso del hombre, que no ha sabido o no ha querido encontrar una manera de encontrarse con el Otro. Entonces, si lo importante si lo que enriquece a la persona es la diversidad, si lo que te hace persona es la propia libertad de elegir, ¿Dónde queda la inteligencia del hombre?

2. Aislarse de lo distinto.

También tenemos la opción de encerrarnos en nosotros mismos, tomar la aptitud de aislamiento en tu propia creencia sin ver más allá de tus propias ideas sin mirar si esto puede contener verdad o no. No es tan radical como la guerra pero es igualmente un no querer ver lo que existe. Por eso esta frase lo define realmente bien. No me importa lo que otros hagan mientras lo hagan lejos

APORTE DE FOUCAULT

La posición de Foucault propone que la escuela al ejercer el mismo tipo de poder que la fábrica, la cárcel, el cuartel o el hospicio, busca disciplinar el cuerpo y la mente de los individuos para desenvolverse dentro de determinadas coordenadas de poder. En el caso de la enseñanza el instrumento de las evaluaciones es una de las estrategias de reproducción de las relaciones de poder. En la medida en que el estudiante se encuentra a merced del examinador y que no tiene otra alternativa que moverse dentro de los parámetros establecidos por aquel, está siendo sometido a un poder manifiesto. En el acto de examen la relación poder – saber alcanza su esplendor supremo. Eso combinado con las prácticas cotidianas de enseñanza nos llevan a que "Las

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