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Filosofia


Enviado por   •  21 de Marzo de 2014  •  7.368 Palabras (30 Páginas)  •  220 Visitas

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Nacimiento del pensar critico – racional (ateísmo, escepticismo, objetividad, conciencia)

Pensamiento racional

El pensamiento racional puede definirse con cruda simplicidad, como aquel “basado en reglas objetivas”, y simplemente constituye un modo (dentro de los límites de objetividad de los sentidos y la mente), mediante el cual el ser humano interpreta, evalúa y da explicaciones a los fenómenos naturales y sus relaciones de causa y efecto. Esta definición parecerá terriblemente reducida y dura. En efecto lo es, pero la racionalidad debe cumplir al menos con esa condición para ser tenida como tal.

El pensamiento crítico

En relación con esta historia de un pensamiento comprometido consideramos que el pensar crítico no se condensa entonces en una propuesta única, que apunte a un mero carácter "destructivo" de las ideologías de la dominación, sino que refiere a un "pensar crítico", interlógico y multifacético, que se expresa en las diversas racionalidades hermenéuticas, como las de las Ciencias Sociales, de la Filosofía y de la Teología latinoamericanas. El pensar crítico supone también un claro carácter "reconstructivo", como lo sugiere el proceso de articulación entre la reflexividad pre-teórica y el proceso dinámico de la crítica. Hay entonces un proceso reflexivo y crítico en los sujetos y movimientos sociales que no aceptan y cuestionan la hegemonía de un pensamiento único hegemónico. En este sentido, el pensar crítico no se puede desprender del permanente despliegue de sentido que transmite la propia reflexividad de la cultura y de la sociedad, donde ella aparece íntimamente relacionada con la historia, la política, la literatura, el arte y hoy día con la permanente crítica de las teorías de la comunicación. Pensar críticamente no es algo propio de la filosofía, sino de otras formas de racionalidad presentes en nuestras culturas latinoamericanas, lo propio de la filosofía es llevado a la máxima claridad de un trabajo de reconstrucción conceptual.

1) ¿Qué es el ateísmo? El ateísmo (del griego “a”, “sin” y “Teos”, “dios”) es la postura que niega o no acepta explícitamente la existencia de divinidades o deidades (dioses y diosas) ni de ninguna entidad sobrenatural o lugar sobrenatural (alma, cielo, infierno, purgatorio, demonios, ángeles, semidioses, elementales, gnomos, duendes, pitufos, elfos, unicornios alados rosas entre otros) sin importar el contexto sociocultural e histórico. El uso del concepto ateo en griego antiguo iba desde el sentido más o menos literal de no creer en los dioses o abandonado por los dioses, hasta sentidos más peyorativos y discriminatorios como malvado, infame, impío, desgraciado, que se entienden en el seno de una sociedad profundamente religiosa. En la Roma antigua, se utilizaba para designar a todo aquel que no creyera en los dioses del panteón romano, en particular a los cristianos.

¿Qué es el escepticismo? El escepticismo (del griego “skeptikoi”, de “skeptesthai”, “mirar”, “examinar”, “indagar”, “investigar”), es la postura y actitud que plantea que no es posible llegar a ningún tipo de certeza absoluta o de conocimiento absoluto y fue el nombre dado a la corriente filosófica planteada por los seguidores del filósofo griego Pirrón de Elis (369-270 a.n.e.), y también puede dársele ese nombre a los seguidores del filósofo indio Sanjaya Belatthaputta (s. V a.n.e.). El dogmatismo de la Edad Media no favoreció en nada al escepticismo, que no volvió a resurgir sino hasta el s. XVI, con las figuras del filósofo y escritor francés Michel Eyquem de la Montaigne (1533-1592) y del filósofo y médico español Francisco Sánchez (1551-1623) y en el Empirismo del filósofo, historiador, economista y político inglés David Hume (1711-1776). El escepticismo no es sinónimo de ateísmo ni de agnosticismo, ya que autores como Michel Eyquem de la Montaigne y Francisco Sánchez combinaron el escepticismo con el teísmo y el deísmo.

¿Qué es la objetividad?

La objetividad es la cualidad de lo objetivo, de tal forma que es perteneciente o relativo al objeto en sí mismo, con independencia de la propia manera de pensar o de sentir (o de las condiciones de observación) que pueda tener cualquier sujeto que lo observe o considere. Por la definición antes dicha, la objetividad es un desideratum en cuanto es tratada siempre por sujetos, sin embargo existen claros criterios que hacen en mayor grado objetivo o no el discurso sobre algo o alguien.

La objetividad de la filosofía procede de la forma sui generis del preguntar por la realidad en la actividad interrogante del sujeto que filosofa. Pues éste se propone saber la realidad última y decisiva, sin posible intermediación, de modo que aspira a un saber ontológico de la realidad. Mientras que la objetividad de la ciencia procede del objeto mismo, o sea de la realidad a cuya indagación se le ha aplicado previamente la ortopedia del método (a veces muy complicado) que permite llegar a cierta realidad del objeto, que, por eso mismo es, un saber epistemológico de la realidad.

¿Qué es la conciencia?

En términos filosóficos, la conciencia es la facultad de decidir y hacerse sujeto, es decir, actor de sus actos y responsable de las consecuencias que de ellos se siguen, según la percepción del bien y del mal. Como fenómeno psíquico, la conciencia es objeto de estudio de la psicología y la psiquiatría. Como concepto moral, de la ética, un campo de la filosofía.

Razones históricas del surgimiento de la filosofía

Son muchas las razones que hacen de Grecia un lugar propicio para que aparezca la filosofía como las: Causas Históricas, Sociales y Políticas de la Aparición de la Filosofía

Causas Históricas

La filosofía, a lo largo de la historia, surgió como una necesidad de los hombres de aquellos tiempos, para saber el origen que tenían sus vidas, y aparte de querer saber el origen de sus vidas querían saber también el origen de todo lo que había en el mundo, en el universo, y el origen del universo en sí. Esto quiere decir que lo que Aristóteles nos dice esta en lo cierto, y es que “Todos los hombres por naturaleza aspiran a saber”. Pero también, mientras trataban de descubrir sus orígenes iban surgiendo varias formas de explicárselos. Estas formas son llamadas “Saberes Pre-Filosóficos” o simplemente “No Filosóficos”. Estos saberes fueron: La magia, el mito, la religión y el sentido común. Cada uno de estos saberes trataban de explicar siempre los orígenes de las cosas y de la vida misma dándole al ser humano un rol y algunas de estas lo ubicaban bajo un ser superior. La filosofía como tal fue una cuestión de mucha disputa, ya que se tenían dos hipótesis sobre su origen que eran:

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