Filosofía. La teoría de la substancia

Filosofía

1. La teoría de la substancia, que corresponde a Aristóteles, se refiere al modo más propio para hablar del ser, a cada cosa particular que existe se le llama substancia, esto corresponde a algo que existe por sí mismo, algo que no necesita de otra cosa para existir, existe independientemente de cualquier idea previa. Se refiere a la forma privilegiada del ser, como aquello que no se da en un sujeto que es ello mismo. Existen de igual manera sustancias primeras y segundas; las primeras corresponden a sujetos individuales y concretos, compuestos de materia; las segundas son los géneros y especies, que poseen un carácter universal.

2. La realidad para Platón corresponde a la afirmación de que existe una realidad fija. A estas realidades se les llama “Ideas”, que se conciben como esencias, la esencia de todos los fenómenos que podemos percibir con el uso de los sentidos. Estas ides fijas e inmutables se describen como lo verdadero. Platón nos propone su teoría de los dos mundos, el de las ideas y el de las cosas. El de las ideas en este caso corresponde al mundo real e inteligible, a las esencias, al mundo eterno, inmutable, que no cambia, se refiere a lo universal. El mundo de las cosas por otro lado corresponde al mundo sensible, al de las sensaciones, lo que es aparentemente imperfecto, que puede cambiar con el tiempo. Platón logra explicar esta teoría con el uso de un mito llamado “Alegoría de la caverna”.

3.  El mito o Alegoría de la caverna se presenta como dos hombres sentados y encadenados que no pueden siquiera girar sus cabezas, sólo mirar a la pared que tienen en frente, en la que logran ver sombras de hombres que caminan por ahí. Platón identifica el mundo de la caverna como el mundo nuestro, como el de las apariencias y sombras, el mundo sensible, donde habita el común, el mundo exterior por otro lado corresponde al mundo real, de las ideas. Platón nos habla sobre que, los hombres que están dentro de la caverna so prisioneros de sus propios pensamientos, sólo pueden ver “sombras” del verdadero mundo. Se nos compara a nosotros con ellos, ya que no poseemos un verdadero conocimiento, nos falta conocer ideas y nos conformamos con estas “sombras”. Los prisioneros corresponden a nuestra humana existencia, comenzamos estando dormidos y no nos damos cuenta de la realidad que somos. Nos dejamos llevar por lo que “dicen” que las cosas podrían llegar a ser. En el mundo real que está fuera de la caverna, se conoce lo verdadero, la verdadera esencia del mundo. Si el prisionero pudiera lograr liberarse de su ignorancia, si es llevado al exterior, conllevaría una serie de implicaciones, probablemente se confundiría con el mundo real y diría que lo real para él es lo que está dentro de la caverna, el hombre se niega a conocer lo verdadero y prefiere permanecer en el mundo aparente de la ignorancia. Sería muy difícil trata de explicar que todo lo que él cree conocer son sólo copias de lo real, que no sólo experimentamos por los sentidos sino también por un conocimiento racional de las cosas, al que se accede solamente por el uso de la razón. Finalmente, Platón nos propone una forma de conocer la realidad del mundo en el que vivimos, para salir de la ignorancia en la que casi todos creemos querer permanecer, con el uso de la actividad intelectual.

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