Filosofía ética

Filosofía ética

Se fundamenta en general por entender uno de los aspectos del hombre es por ello que se pregunta por el valor de la actividad humana y por el sentido que esta debe tomar de aquí a que considera el hecho de mantener un vínculo más directo con la praxis hasta el cumplimiento de una ética moral. La ética es una de las partes más importantes de la filosofía.

1. El problema de la ética

Muestra a las sociedades como entes o estructuras perfectamente cerradas, pues estas se imponen rígidamente al hombre. Todo ello significa que el hombre, dentro de todos sus condicionamientos naturales y sociales, dispone de un cierto margen de libertad que le lleva satisfactoriamente a ser un transformador de la naturaleza y de esta forma ser parte fundamental en la historia. Es esta libertad la que, plantea a la filosofía el problema ético.

1.1. La libertad concreta

Con relación a la forma de vida en el actuar del hombre, la libertad no es una libertad abstracta, sino concreta. Esta libertad pura, considerada como una especie de privilegio individual e intrínseco, es lo que tradicionalmente se denomina libre albedrio sobre lo cual se han realizado grande discusiones por parte de muchos filósofos que desde su creencia o modo de vida no dan una aceptación de llegada a esta forma de calificar la libertad. La libertad humana es una libertad concreta y situada.

En cuanto a lo que las circunstancias naturales y sociales proporcionan a los hombres se dice que es un conjunto de posibilidades concretas. Posibilidades de vida y acción, agregándoles otras. Estas condiciones imponen, por tanto, uno cauces concretos a la libertad del hombre, que no es nunca puro libre albedrio o pura indeterminación sino que una forma de análisis en consecuencia de tener que tomar algún tipo de decisión en circunstancias dadas.

De esta manera se llega a concluir que la libertad no es indeterminación, sino que es autodeterminación del hombre a partir de unas circunstancias concretas, de igual manera se considera que los problemas morales no son nunca cuestión de elección o de preferencia en abstracto, sino de descernimiento y deliberación sobre lo realmente posible en un momento y en unas circunstancias dadas.

1.2. El hombre, realidad moral

Esta realidad muestra las posibilidades o dificultades en cuanto a la capacidad que debe poseer el hombre al tener que decidirse ante las distintas posibilidades que encuentre y tener que determinar cuál es la que debe seguir, cual es la opción adecuada. Esto es algo que su misma estructura psicosomática le impone. El hombre, en virtud de su misma realidad física, es un animal moral. La moral no consiste en un sistema de normas, sin i que es primariamente una estructura física del ser humano, fundada en su constitutiva apertura a la realidad.

Es admirable que el simple hecho de elección entre las diferentes posibilidades le llevan a tener que preguntarse de una manera ética, y para responder a tener algún criterio. Tiene que tener alguna idea general sobre qué es lo bueno y que es lo malo. Proporcionadas por la sociedad y cultura. Para optar por una posibilidad de un modo racional y responsable hay que tener una idea sobre la cual es el bien general que el hombre tiene que perseguir en su vida, sobre su fin último.

Todo deber moral, es la consecuencia de una determinada concepción de los fines generales de la vida humana. La ética es una reflexión sobre la praxis humana, en orden a saber cuál es el fin que esta debe perseguir y cuáles son los deberes y las tareas que se le imponen en cada momento concreto si quiere alcanzar ese fin de aquí se deduce que la moral es parte de lo que el hombre realiza.

2. Fundamentación general de la ética

Centrada en un objetivo que se convierte en lo más fundamental de esta, que viene a ser el probar cuales son los auténticos bienes del hombre y porque este debe de ajustarse a ellos, tratando de presentarse como una respuesta al escepticismo moral que dice al referirse al hombre que cada uno debe hacer lo que mejor convenga a su bienestar y de esa manera satisfacer sus necesidades.

2.1 Fundamentaciones pre filosóficas

Se conocen con este nombre a aquellos fundamentos que recurren a elementos y argumentos que han tomado de las tradiciones y de la sabiduría popular, tal como ésta aparece en una determinada sociedad tomando a la moral como objeto centrándose en un momento determinado.

2.2 Fundamentaciones metafísicas.

Estas se preocupan principalmente por dar un impulso al intentar deducir los principios y las normas morales a partir del conocimiento de la estructura ultima de la realidad, en cuanto a la comparación de la realidad del mundo y la realidad del hombre y es de aquí que se deduce la conducta moral que el hombre debe realizar durante su vida.

Intelectualismo moral

Basado en las realidades que debe vivir el hombre en cuanto a su fundamentación no en relación especifica con Dios sino más bien dirigida a un ambiente en el que de esta se deduce lo que el hombre desea para seguir un proceso.

Eudemonismo.

Referido a pensamientos de filósofos que consideran la moral como una metafísica idealista y basada en una mera idea de un mundo sensible en el cual se desenvuelve el hombre en la búsqueda de la felicidad que se convierte en su verdadero fin, así entre muchos filósofos cada uno aporta su diferente fundamentación.

Insuficiencias

Basado en el bien del hombre caracterizando de este modo la lo prioritario que seria su propia naturaleza y que el bien y felicidad parten desde el mismo razonamiento aquí se menciona a dos filósofos muy relevantes en sus pensamiento como lo son Aristóteles y platón.

1.1. Fundamentación subjetiva

Fundadas en la negación de la necesidad de todo conocimiento de la realidad o de la naturaleza del hombre para asentar la moral, asegurando así que la única fuente de la misma se sitúa en la conciencia subjetiva del hombre. Analizando la propia conciencia, el sujeto hallará las normas que debe seguir en la praxis para que ésta sea una praxis moralmente correcta.

a) El hedonismo y el utilitarismo

Hedonismo (del griego hedoné, placer). Para el hedonista, el problema de decidir filosóficamente qué es lo bueno y qué es lo malo, qué es lo que el hombre debe buscar y qué es lo que debe evitar, se resuelve de un modo muy simple: mediante el estudio de las sensaciones y los sentimientos que cada cosa o cada acción producen en mí.

Aquí encontramos dos tipos de placer: Los placeres groseros, no traen la felicidad, sino más bien son causas de disgustos y de preocupaciones. El verdadero placer es el placer suave, moderado y continuo. ¿Cómo saber lo que es el bien? La respuesta

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