Freire La Ola Y Entre Los Muros

verdadera es, la praxis entre la reflexión y la acción del hombre sobre el mundo para transformarlo. La educación tiene en el hombre y en el mundo el sustento de su concepción, no debe cerrar sus puertas a la realidad social, económica, política, cultural, coyuntural, etc. La acción educativa debe recoger expectativas, sentimientos, vivencias y problemas del pueblo. No puede haber una pedagogía que este exenta de los hombres y el mundo (no hay una educación neutral). Si tomamos nuestra acción educativa como una “cosa “, esta se traduce en términos mecanicistas incidiendo cada vez más en la domesticación del hombre; pero si la tomamos “humanizándola”, nuestro quehacer educativo será cada vez más liberador.

Freire sostiene que la educación es un arma vital para la liberación del pueblo y la transformación de la sociedad, por lo cual adquiere una connotación ideológica y política claramente definida. La educación debe ser para la liberación y no para la dominación.

Analizando el texto pedagogía del oprimido debemos referirnos a dos concepciones fundamentales:

• Concepción bancaria de la educación

• Concepción liberadora de la educación

La primera sugiere a una dicotomía inexistente: hombre-mundo, donde los hombres están simplemente en el mundo y no con el mundo y con otros. Los hombres son espectadores y no recreadores del mundo. Para esta concepción el hombre es un ser acabado y perfecto frente al mundo y desconoce el sentido histórico que le pertenece. En la educación bancaria la sociedad se concibe como la convivencia entre los hombres fruto de un consenso o acuerdo. Esto ha dado lugar a un cierto orden social justo, equilibrado, sano y consolidado. El conocimiento es como una donación que se hace a quienes se juzgan de “ignorantes”. En esta educación se observa un desarrollo meramente adaptativo, donde el educador prepara su clase, luego la dicta y donde los educandos archivan la información como depósito.

Para Freire este tipo de educación conduce a una socialización necrófila, a una domesticación o quietismo social en este sentido critica fuertemente esta concepción sosteniendo que elimina la capacidad reflexiva, inhibe la creatividad del sujeto, satisface a intereses de “opresores” (connotación marxista que Freire utiliza para referirse a la clase que domina), es reaccionaria porque no supera la contradicción educador-educando. Los educandos son seres vacíos a quienes se los llena de contenidos por el educador, son solo seres pasivos y receptores.

La segunda concepción sostiene que el hombre es un ser inconcluso, que tiene vocación histórica de liberación (humanización). Que entiende de su vocación de ser mas y no puede lograrse a costa de que los demás sean menos, donde la sociedad es el resultado de la acción conciente, reflexiva, comprometida y solidaria, de hombres que entienden que no debe haber ni opresores ni oprimidos sino seres humanos que tienen un destino histórico, en un mundo que debe ser diferente. En la educación liberadora el conocimiento debe ser dialéctico implicando praxis reflexiva y reflexión comprometedora que provoca la emersión de la conciencia y su crítica a la realidad. El hombre se reconoce como un ser histórico en y con una realidad que siendo histórica es tan inacabada como ellos y es propensa al cambio. La educación es un proceso permanente y constante en la praxis, entendiendo que la inmovilidad amenaza de muerte al hombre y la sociedad.

Uno de los propósitos de esta educación es la posibilidad fehaciente de una humanización del hombre en el continuo interactuar en y con el mundo y con los demás hombres.

Considera como sujetos de la educación al educador-educando y también al educando-educador transformándose los educandos en investigadores críticos, en diálogo con el educador, quien a su vez es un investigador critico.

Para relacionar el texto con las películas primero es conveniente establecer una breve sinopsis de las visiones educativas que estas plantean.

En “La Ola” (cine alemán, año 2008) podemos decir que el profesor utiliza métodos poco convencionales para dictar un seminario. Olvida que para conocer el desarrollo de los procesos y comprenderlo en profundidad las situaciones deben plantearse en un contexto definido; su intención fue hacer vivir a los alumnos una situación que reflejara el modo de vivir y accionar de los grupos fascistas. No tuvo el cuidado suficiente, puesto que el entusiasmo desmedido de los adolescentes, sobre todo de los que padecían trastornos emocionales más profundos, desencadeno una serie de actos de grupo que complejizaron la experiencia. Durante su labor soporto críticas de alumnas, pares y grupos externos, que no estaban de acuerdo con su estrategia, en este caso la experiencia termina en una verdadera catástrofe, (culmina en muerte). Se observa una manipulación por parte del mismo, al intentar que los alumnos puedan por si solos reconocer las falencias del régimen político estudiado.

En la película “Entre los muros” (cine francés, 2008) se destaca un trabajo grupal entre diferentes sectores de la institución, hay reuniones periódicas

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