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Guia Etica CENEVAL


Enviado por   •  30 de Marzo de 2013  •  8.055 Palabras (33 Páginas)  •  1.033 Visitas

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GUIA DE ESTUDIO TEMAS DE ETICA

ETICA Y MORAL

ETICA: Es el estudio de la moral y de la acción humana. El concepto proviene del término griego ethikos, que significa “carácter”. Una sentencia ética es una declaración moral que elabora afirmaciones y define lo que es bueno, malo, obligatorio, permitido, etc. en lo referente a una acción o a una decisión.

MORAL: Ciencia que trata del bien en general y de las acciones humanas en orden a su bondad o malicia.

La ética se distingue de la moral, en principio, por no atenerse a una imagen de hombre como ideal por un grupo social determinado. El tránsito de la moral a la ética implica un cambio de nivel reflexivo, se trata de una reflexión filosófica acerca de la moral que sólo en forma mediata podrá orientar al ser humano en sus conductas. La ética tiene que habérselas con un hecho peculiar e irreductible: el hecho de que nuestro mundo humano resulte incomprensible si eliminamos esa dimensión a la que llamamos moral.

La ética a diferencia de la moral, tiene que ocuparse no de un modelo moral sino de “lo moral”, sin limitarse a una moral determinada. La reflexión ética constituye un metalenguaje filosófico con respecto al lenguaje moral y por lo tanto no es objeto de la ética aumentar el número de prescripciones morales. No es su objetivo introducir nuevos contenidos morales, sino proporcionar aquel procedimiento lógico que permita discernir cuándo un contenido conviene a la forma moral. Justificar racionalmente las pretensiones formales de la moralidad, mediante juicios que sólo la realidad moral descubre, es la tarea que confiere a la ética un lugar entre los saberes como saber autónomo.

Sin embargo, que la ética no tenga por objeto dar prescripciones morales, no implica que los conceptos mediante los cuales concibe su objeto, formen juicios carentes de sentido. El concepto del hombre como fin en si mismo no es prescriptivo sino canónico, consiste en una afirmación de la realidad, es un cánon de conducta para quienes quieran ser fieles a su propia humanidad (ética trascendental de Kant). La renuncia a obedecer el mandato implica la incoherencia de la conducta de quien obra, en tanto que hombre.

La tarea de la ética consiste en esclarecer la razón suficiente de la moralidad, es decir, su fundamento a la luz de los fines, por ello es necesaria su inserción en la filosofía.

El quehacer ético consiste, pues, en acoger el mundo moral en su especificidad y en dar reflexivamente razón de él, con objeto de que los hombres crezcan en saber acerca de sí mismos y, por lo tanto, en libertad.

La conciencia que nuestra época tiene de moralidad no es unitaria. A través de ella se expresan valoraciones diversas que en ocasiones parecen rayar en la disparidad y situar al ético en las puertas del relativismo.-

El interés por el bien de los hombres concretos, motor objetivo de la ética, ha ido expresándose de diferentes modos. Dos preguntas han desvelado a la ética: qué podemos hacer para ser felices?. Qué debemos hacer para que cada hombre pueda alcanzar la felicidad?

La pregunta por la felicidad, surgida especialmente en el pensamiento griego, indica que lo que realmente importa a la ética es la vida feliz. Pero siendo que este proyecto no puede ser igual para todos los hombres, habida cuenta que cada hombre posee una constitución psicológica diferente y su planificación será diferente, la discusión se desplaza al ámbito del deber. Frente al utilitarismo que propugna la felicidad como objeto y aboga por satisfacer las aspiraciones de toda la creación sentiente, cabe recordar que la supervivencia de unos seres vivos exige irremediablemente el sacrificio de otros; que sólo existe un ser cuya autonomía es fundamento de deberes universalmente exigibles: sólo las personas en virtud de su autonomía, tienen que ser universalmente respetadas y asistidas en su ansia de felicidad.

Lo que nos hace ser humanos y diferenciarnos de los animales es el instinto, por ejemplo en un animal o en una persona, es una conducta innata, hereditaria y no aprendida, que nos lleva a actuar de igual manera ante los mismos estímulos y que es común a todos los individuos de una misma especie. Pero la capacidad de pensar, de razonar y ser conscientes de nuestra vida y mundo, es lo que nos hace únicos, aunque también nos obliga a obrar con mucha inteligencia y responsabilidad.

ESENCIA: Es lo más importante y característico de una cosa. Aquellas características que son permanentes y no cambian.

La inteligencia es una capacidad que nos permite:

• Conocer la verdad como una realidad

• Reflexionar sobre los conocimientos que adquirimos, las causas y consecuencias de nuestros actos, los sentimientos que experimentamos, etc.

• Desglozar las características y funciones de todo aquello que conocemos.

• Relacionar los conocimientos adquiridos con otros en distintos contextos.

• Crear situaciones que ayudan a avanzar en los ámbitos tecnológico y científico

Hay personas que antes de realizar cualquier acción meditan las consecuencias; mientras que otras actúan impulsivamente dejándose llevar por los estímulos y reacciones del momento.

La inteligencia y la voluntad son características esenciales del ser humano que lo distinguen de otras especies. Éstas nos han llevado a hacer descubrimientos e idear diversas técnicas como el control y manejo del fuego.

La facultad de amar, razonar y decidir es lo que nos distingue de otros seres vivos.

La inteligencia es un factor determinante que repercute en las acciones diarias; comprende habilidades y aptitudes que comienzan a desarrollarse cuando el ser humano inicia su proceso de aprendizaje y permiten responder en diferentes situaciones de su vida cotidiana.

Razonar una situación permite actuar con inteligencia e inferir cuáles son las consecuencias de la participación.

Además las acciones de una persona no sólo afectan a ella, también repercuten en el desarrollo de la sociedad.

Muchas personas actuamos de manera egoísta, buscamos la estabilidad y el bienestar individual sin importarnos el resto de la sociedad. Ese egoísmo no nos deja ver más allá de nosotros mismos y nos impide crecer. En cambio si pensamos en el bien del otro y no sólo en el nuestro, creamos armonía y equidad, en una vivencia de valores al mismo tiempo que contribuirá con el desarrollo de nuestra comunidad.

Todos somos parte de la sociedad, nadie puede actuar de manera aislada porque las acciones de uno afectan a los demás, por más simples que sean.

Pensar en los demás es una habilidad que, trabaja por todos, nos permite vivir en solidaridad. La solidaridad es una palabra de unión, es un valor que puede hacer que los seres

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