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El peso acababa de devaluarse en un 100% después de décadas de estabilidad. Lopez Portillo llego pregonando la política de osteridad. Por 2 años aquella actitud contrastante con la demagogia de Echeverria, logro una recuperación del rumbo, pero pronto con el país cerca de tener una riqueza petrolera insospechada comenzaron a aparecer nuevos síntomas de desmesura.

Lopez Portillo coloco a varios parientes en puestos altos de la administración y se enorgulleció de ello. Su esposa recorría el mundo despilfarrando recursos, acompañada de un gran piano de cola para mostrar sus dotes de concertista.

Su amigo, el Negro Durazo, jefe de la policía del Distrito Federal, cumbre de la corrupción, se construyó palacios en Zihuatanejo y en Ajusco. Comenzo también el desmedido culto a la imagen del presidente, que se hacia retratar a caballo, vaqueta o ametralladora en mano, esquiando, escalando.

a bonaza petrolera tiro el plan de crecimiento moderado por la borda, no solo eran los enormes yacimientos descubiertos en años recientes, si no los altísimos precios del petróleo. Lopez Portillo decidio asimentar el crecimiento del país en todos sus ámbitos en el oro negro, las inversiones faraónicas en autopistas, ferrocarriles, petroquímica, industria, energía nuclear e infraestructura agrícola pretendía modernizar absolutamente al país en un solo sexenio.

Para  81, petróleos mexicanos debía ya el 87% de sus activos y su deuda era mayor que la del resto del sector publico, las empresas privadas se contagiaron también del entusiasmo y se endeudaron imprudentemente, todo financiado por los bancos extranjeros a los que se les pagaría en unos años, cuando el petróleo produjera su fantástica riqueza. Según cálculos de Gabriel Zaid en 81 el gobierno mexicano invertia la exorbitante cantidad de 70 millones de dólares por hora en país. Ningun monarca en el mundo tenia el poder  semejante al Lopez Portillo.

Los sectores publico y privado no tardaron en encontrar una deuda externa de 51 mil 788 millones de dólares que llegaría a 80 mil millones al fin del sexenio, la improductividad y el despilfarro y la corrupción amenzaban carcomer el edifico económico, pero su verdadera debilidad esta en su cimientos, apoyado como estaba en un solo ladrillo.

El precio del barril de petróleo en 81 ese ladrillo se dio. Los pesos internacionales del petróleo comenzaron a bajar, cuando el director de PEMEX bajo también el precio, bajo también el precio en 4 dolares el presidente lo envio prácticamente al exilio. El gobierno sigui gastando dinero a manos llenas

Lopez portillo subio el precio a dos dólares y amenzo a los clientes con no venderles mas petróleo, naturalmente sus amenazas no sirvieron de nada, pese a la salida de 9 mil millones de dólares del país el presidente decidio ser muy macho y se negó a devaluar la moneda mexicana, “defenderia el peso como un perro”

Tambien perdió la apuesta y en 82 la aparidad cayo de 22 a 70 pesos por dólar. En agosto de ese mismo año, Mexico estaba en bancarrota. Lopez Portillo no acepto su culpa, se dijo responsable del timon pero no de la tormenta, acuso a quienes habían sacado dólares del país y en un ultimo intento por salvar su sexenio, nacionalizo la banca mexicana. La tormenta económica requeria de alguien hábil en navegar por las dificultades financieras que le serian heredaras. Lopez Portillo decidio convertir en candidato del PRI a su secretario de programación y presupuesti Miguel de la Madrid. Costaria muchos años a la economía mexicana salir de la quiebra y mas aun, liberarse de la dependencia del petróleo, que todavía tiene un peso importante en las finanzas publicas. Desprestigiado, devaluado, Lopez Portillo fallecio en 2004                          

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