Homovidens

Homo Videns de GIOVANNI SARTORI.

Linneo, en 1758, clasifica a la especie humana moderna como “Homo sapiens”, al cual otro pensador, Ernst Cassirer, define como un “animal simbólico”, por su capacidad simbólica de interactuar, ya sea por el uso de la lengua, por el arte u otras expresiones, las cuales hacen al hombre único. Cualquier pensamiento o experiencia es parte y expansión del tejido de símbolos que utilizamos, y evoluciona desde sentimientos y afectos a llegar a expresar pensamientos o ideas, lo cual lo vuelve un ser racional. Al utilizar el lenguaje, también se considera un animal parlante, ya sea con otros o con uno mismo. El hombre no solo comunica, sino reflexiona, piensa y conoce, y es así como se construye el lenguaje con símbolos y otras cosas que no son visibles.

Entonces es cuando entramos al siglo XIX y comienzan los avances tecnológicos importantes. El telégrafo, el teléfono, la radio, la televisión, etc. Por ser novedad, toda nueva invención es temida y rechazada por la población general. No por el instrumento en si, sino por su contenido. Ahora hemos pasado a la edad cibernética en muy poco tiempo, dejando atrás ya a la televisión como principal medio de comunicación, pasando así también a la edad de la multimedia, reinada por la computadora, que no solo nos permite accesar a texto, sonido e imágenes, sino que también nos permite entrar a realidades simuladas o virtuales, un mundo irreal creado con imágenes y sonidos desde nuestra pantalla.

El cambio presentado por la televisión fue el de cambiar del contexto escrito al de las imágenes, cambiando las bases de la comunicación en sí. La palabra es un símbolo, entendido através de su significado, lo cual fue cambiado por la televisión, creando una separación muy estrecha entre entender y ver.

La tendencia de la infancia a ver la televisión por horas antes de siquiera aprender a leer inculca al niño a hábitos violentos que pueden marcarlo de por vida, siendo este medio la primera fuente de conocimiento del pequeño, además de no tener fomentada la lectura. Así pues, crece sin el estimulo y habito de la lectura y el saber.

Claro esta que la televisión no solo tiene su lado obscuro, ya que por el también hay progresos significativos en cuanto a comunicación se refiere, sin embargo si reduce la capacidad de entender y relacionar del ser humano.

La base de nuestro entendimiento como especie es las palabras abstractas de nuestro vocabulario cognoscitivo y teórico, lo cual se ve reducido por este medio al no fundamentarse en un pensamiento conceptual de entidades que no se pueden representar gráficamente, regresando la evolución de la comunicación al simple acto de aprender por ver, atrofiando la capacidad de entendimiento y de abstracción de nuestra mente.

La comunicación tiene una falta de explicación a través

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