Homovidens

Hoy en día vivimos en un mundo rodeado de medios de comunicación, los cuales han facilitado la interacción entre los miembros de la sociedad a través de los años. Desde la invención del telégrafo, teléfono, radio, televisión y hasta el ordenador la mayoría supone de la idea de un progreso favorable para la difusión de información e ideas.

Cabe mencionar que no todo tipo de progreso es positivo, puesto que lo que llamamos progreso, no sólo es un aumento cuantitativo, si no que así mismo debe conllevar un progreso sustancial.

Aunque, claro que todos los mencionados avances tecnológicos han sido de gran beneficio para la población, cada uno de ellos en su tiempo tuvo problemas, por ejemplo: El telégrafo atribuía un formidable monopolio sobre las informaciones a quienes instalaba primero los cables. De hecho, en Estados Unidos, la Wester Union (monopolio del servicio telegráfico) y la Associated Press (la primera agencia de noticias) se convirtieron enseguida en aliados naturales. (Sartori, 2000, p. 31)

De igual manera la televisión ha sido objeto de crítica, como Sartori menciona ‘’La televisión no es un anexo; es sobretodo una sustitución que modifica sustancialmente la relación entre entender y ver’’

Desde que el hombre convirtió en un hombre visual, cuyo entendimiento está ligado de manera notable a las imágenes, y ha dejado de leer, su capacidad de abstracción ha disminuido hasta caer en un pensamiento conceptual, en el cual no somos capaces de administrar la realidad política, social, económica en la que vivimos, y a la que se somete la naturaleza del hombre.

‘’La televisión invierte la evolución de lo sensible en inteligible y lo convierte en un regreso al puro simple acto de ver. La televisión produce imágenes y anula los conceptos, y de este modo atrofia nuestra capacidad de abstracción y con ella toda nuestra capacidad de entender. (Sartori, 2000, p.47)

Es por eso que los llamados ‘’primitivos’’ son denominados de ésta manera, ya que en su lenguaje destacan palabras concretas: lo cual garantiza la comunicación, ya que permite la ‘’representación’’ de imágenes de cosas visibles y que hemos visto, pero esto sólo sucede con palabras concretas, como: cama, mesa, silla, perro, hombre, automóvil, etc. Pero no contribuye a su pensamiento cognoscitivo.

Es por esto que nos debemos preocupar por el futuro de la sociedad, y más que nada por el de los niños, puesto que con ellos aún hay tiempo de prevenir éstas consecuencias, ya que la televisión es la primera escuela del niño, y el niño es un ser simbólico que recibe información en imágenes en un mundo centrado en el hecho de ver, por lo tanto el niño formado en la imagen se convierte en un hombre que no lee. Naturalmente se habrá convertido en un adulto que sólo responde a estímulos visuales, quién habrá sufrido de una atrofia cultural.

Cabe mencionar,

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