HOMOVIDENS
Enviado por SINTHIAJP • 5 de Noviembre de 2013 • 1.863 Palabras (8 Páginas) • 213 Visitas
Hay que estar atentos al hábito de ver la televisión de los niños. Es necesario conocer más profunda y particularmente su terreno, para evitar que nuestros hijos adquieran conductas agresivas, erróneas aprendidas por imitación. No se puede olvidar que nuestros hijos están iniciando su formación y que todo lo que vean, escuchen y vivan, influirá en su desarrollo.
¿Qué pasa con nuestra forma de vida actual? y digo actual, pensando desde hace 50 años a la fecha, pues bien, la pregunta brinda la oportunidad para hablar de un sinfín de temas posibles, ya sea de salud, cultura, justicia, libertad, Etc., pero fijemos nuestra atención específicamente en la parte tecnológica y por ende en la cultural de este devenir histórico, obedeciendo con esto a los temas que Giovanni Sartori aborda con singular desarrollo de ideas en su obra “El Homo Videns”.
La obra que motiva las líneas siguientes, es una obra relativamente reciente que al final de su lectura, más que aclarar tópicos, permite ver una realidad distinta respecto a los hombres de nuestros días, poniendo sobre la mesa la innegable posibilidad de auto determinar, al menos en principio, nuestra relación con la televisión y quizá con algunos otros medio tecnológicos actuales.
Primero, sentemos las bases con las cuales Sartori comienza su disertación en su obra, y después tratemos de hurgar en esos elementos para formar una opinión propia que se transforme en conclusiones valiosas. En este tenor caminemos por los diversos capítulos del texto en el orden de aparición.
En un primer momento nos enfrentamos a una severa crítica hacia la imagen y su relación con el televisor, concordando con el autor al hablar del hombre como el ser inteligente que con base en su trabajo ha facilitado sus labores cotidianas, lo que le ha permitido mayores tiempos de ocio y en una relación proporcional, seguir buscando nuevas maneras de facilitar aún más su vida. Pero ¿qué sucede con esa máquina a la que se ha denominado la caja de los sueños, a saber, la Televisión?
Desde la aparición de la TV, el mundo revolucionó aún más de lo que con otros grandes inventos de comunicación anteriores, convirtiéndose hasta el día de hoy en el medio de comunicación de mayor alcance en el mundo, y esto es innegable, solo basta observar los estudios y estadísticas que señalan el número de personas que tienen acceso a un televisor y obviamente a sus contenidos.
La mayoría de la gente que se precia de tener una amplia cultura, invariablemente señalará que lo hizo a través de la lectura de muchos libros, y esto no debiera de extrañarnos ya que el conocimiento se nos ha dicho que se encuentra en las bibliotecas, y que hay que ir ahí a obtenerlo, siendo las clases de cualquier nivel escolar, solo la guía para tener éxito en esa búsqueda de conocimiento; así las cosas que de primera instancia coincido con el autor en el sentido de que la televisión ha venido a convertirse en muchos casos la rededor del mundo en una maestra, niñera y hasta madre sustituta, y para muestra el claro ejemplo en el que una madre cuando su pequeño hijo aun ni siquiera habla, ya es puesto frente a la televisión para que se quede tranquilo viendo las caricaturas. Esto denota lo arraigado que tenemos la cultura televisiva y hasta donde ha penetrado en nuestra vida diaria.
En este sentido es claro que la postura que yo comparto es que si bien es cierto la televisión es un medio de entretenimiento para toda la familia, también lo es que no debe de ser solo el medio por el cual nos alleguemos de información, evitando dejar de lado la tan abandonada lectura cotidiana, y muestra de ello lo señalan las estadísticas en la que se indica que el promedio de lectura de un mexicano es de un libro al año, y esto aplicado a solo 6 de 10 personas , siendo también alarmante que esta muestra se tomó de un sector con edad mayor a 15 años, es decir en etapa escolar de instrucción secundaria, preparatoria y profesional.
Permítaseme expresar que no todo es bueno ni todo es malo, y en el caso de la T.V., no es la mala del cuento como nuestro autor trata de hacer parecer, solo que si es certero en señalar que actualmente se le da más peso a lo que la televisión muestra por la facilidad que representa abstraer imágenes que elementos más complicados como textos, los cuales implican una dedicación y a veces hasta resistencia para alcanzar la página legal de un libro, situación que al ser practicada y superada deja innumerables beneficios, así que en lugar de desechar a la T.V. de nuestras vidas, tratemos de darle el uso que realmente tiene, el ser un medio de entretención y nada más. Así podemos concluir que en esta primera parte del libro realiza un análisis de la influencia de la televisión y la televideocultura en la sociedad.
En un segundo momento a través del capítulo de la opinión Teledirigida se analiza como la televisión interviene en la política del país, influyendo en la toma de decisiones, no por lo que la gente realmente piensa, sino por lo que la gente ve, o mejor dicho, lo que le dejan ver los factores de poder con la capacidad económica de acceder a la televisión como medio de difusión, ¿y que se puede esperar de una democracia dirigida a placer por los factores que lo detentan?
Pues de primera mano podemos decir que solo se arrea al rebaño para que camine en cierta dirección, en la dirección del factor con mayor retórica televisiva, dejando de lado el fondo del mensaje y alineándose únicamente con la imagen de
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