Ilustración según Кant

¿Qué es la ilustración?

Kant plantea en el presente documento el tema de la ilustración refiriéndose a ésta como la libertad de hacer uso público de la razón, en otras palabras, la razón humana tiene el poder de combatir la ignorancia, la superstición y la tiranía, ya que si cada persona es capaz de llevar a la práctica la libertad, tendrían un mundo mejor donde vivir.

Según Kant la ilustración es libertad, es decir, que el hombre se libera de su culpable incapacidad, refiriéndome a incapacidad como la imposibilidad de utilizar la inteligencia sin depender de los demás. Cuando Kant habla de imposibilidad también se refiere a que los hombres carecen de decisión y de valor, ya que son seguidores de otras personas impidiendo tener un pensamiento libre, reflexivo y autónomo.

De aquí deriva el lema de la ilustración “sapere aude” que significa: “ten el valor de servirte de tu propia razón”. Pero, para poder llegar al punto máximo que es la libertad, el hombre tiene que pasar por diferentes dificultades como son la pereza y la cobardía, las cuales provocan limitar o frenar la liberación del hombre; ésta actitud la podemos observar hoy en día, pues vivimos en una sociedad donde estamos “programados” para acatar y obedecer lo que se estipula y no dentro de la sociedad, provocando recargar o derivar cargos en otras personas en vez de hacernos responsables de ello, evitando utilizar nuestra inteligencia. Por lo tanto, es difícil liberarse de la incapacidad como lo llama Kant, ya que el hombre se ha adaptado a ella como si fuera una segunda naturaleza, esto se debe a que al hombre nunca se le permitió intentar o experimentar la aventura, pues desde un comienzo se les adoctrinó.

Kant, señala también que la ilustración es la salida del hombre de su minoría de edad para servirse de su entendimiento (por si solo), en otras palabras, la ilustración es la capacidad que tiene el ser humano de tomar sus propias decisiones y, al mismo tiempo, poder liberarse de su ignorancia a través del conocimiento.

Pero este autor afirma también que uno mismo es culpable de dicha incapacidad, pues no es producto del poco entendimiento; sino de la falta de decisión y motivación, los cuales recaen en la pereza y cobardía.

En este documento el autor menciona la existencia de dos épocas por las que pasa el hombre: la primera es la época ilustrada, donde el ser humano ya dio el salto a la mayoría de edad y piensa por sí mismo y tienen plena libertad y conciencia para ejercer el uso público de la razón. Pero él afirma que no vivimos en una época ilustrada, sino en una época de ilustración (segunda época) ya que menciona el autor falta mucho para que esto suceda, pues los hombres aun no tienen seguridad de su propio entendimiento sin servirse de alguna otra persona. Es decir, que si viviéramos como menciona el autor en la época ilustrada significaría que ninguna

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